La congresista de derecha de Georgia parece haber superado su utilidad para el expresidente.
Ha sido una semana intensa para las mujeres estrechamente asociadas con Donald Trump. Mientras una testificaba en un tribunal de Nueva York detallando cómo supuestamente azotó al expresidente de EEUU con una revista enrollada, otra fue abucheada en el Congreso mientras intentaba, sin éxito, destituir al orador de la Cámara. (Aun otra más fue obligada a seguir defendiendo haber matado a su perro con una escopeta).
La abucheada, y el foco de esta columna, fue Marjorie Taylor Greene, la entrenadora de CrossFit convertida en congresista de Georgia con teorías conspirativas, conocida como "MTG". Solo diez compañeros republicanos respaldaron su "moción para desocupar" a Mike Johnson de la presidencia, una derrota humillante.
"Marjorie de Moscú claramente se ha vuelto loca, tal vez el resultado de un láser espacial", dijo un congresista a los periodistas. (El láser es una referencia a la sugerencia de Greene de que los incendios forestales de California en 2018 podrían haber sido causados por "láseres espaciales" financiados por los Rothschild; "Marjorie de Moscú" alude a su oposición a la ayuda militar para Ucrania).
"La mayoría de nosotros, cuando cumplimos 12 años, nos damos cuenta de que las pataletas en realidad no funcionan, pero al parecer, no todos en el Congreso recibieron ese memo", dijo otro. "Ella está desinformada, es una total pérdida de tiempo", dijo un senador de alto rango.
Podrías pensar que estos son solo los tipos de comentarios normales que uno esperaría de miembros de la oposición, especialmente contra alguien tan a la derecha como MTG. Pero los comentarios vinieron de miembros de su propio partido (Mike Lawler, Dusty Johnson y Thom Tillis, respectivamente).
Incluso algunos medios conservadores se han vuelto contra Greene; Fox News la ha llamado "idiota" y el New York Post de Rupert Murdoch modificó una foto de MTG poniéndole un gorro de piel ruso con el titular "NYET, MOSCOW MARJORIE".
Greene es seguramente la más leal y ferviente de los partidarios de Trump en el Congreso, la encarnación de la facción MAGA del GOP. Ha promovido sus afirmaciones de que las elecciones de 2020 fueron robadas; apoyó los esfuerzos para impugnar a Joe Biden; y el año pasado, cuando Trump estaba a punto de ser arrestado y procesado por cargos relacionados con el juicio por dinero de silencio que ahora está en curso, lo comparó con Jesús y Nelson Mandela.
Sin embargo, ninguno de sus detractores en el partido parece preocupado de que atacarla les vaya a causar problemas con El Gran Jefe. Y Trump apenas la ha apoyado. Dijo en su plataforma Truth Social el jueves que aunque "ama absolutamente" a Greene, "no era el momento" para intentar destituir a Johnson, y que la "desunión" en el partido "afectaría negativamente todo".
También se informó que celebró una reunión en Mar-a-Lago el fin de semana pasado con varios republicanos de alto perfil, en lo que algunos vieron como una audición para la vicepresidencia. MTG, quien afirmó el año pasado estar en "una lista" de posibles candidatas para VP, no fue invitada. Entre los presentes, como para molestar a Greene, estaba Johnson.
No sería la primera vez que Trump le hace un desaire a su más devota seguidora. Cuando estuve en Mar-a-Lago en febrero, en un evento dedicado a "celebrar a Trump" para el cual Greene voló especialmente, noté que Trump ni siquiera mencionó su presencia públicamente.
Después de dar su discurso y abrirse paso entre la multitud, ignoró completamente a Greene, quien intentaba decirle algo. Una actitud igualmente despectiva se demostró en junio pasado en Georgia, donde Trump acababa de aterrizar para una convención: Greene le aplaudió en la pista y él simplemente pasó de largo.
El problema para Greene es que, aunque pudo haber sido útil para Trump alguna vez, cuando tenía que competir con gente como Ron DeSantis para ganarse a la base de derecha del partido Republicano, ahora que él es el nominado ya no la necesita más. No solo ya no es útil, sino que podría dañar a Trump asociarse demasiado con ella. La base está asegurada; ahora tiene que apelar al centro. Y algunos de sus partidarios me han dicho que hay una brecha entre lo que Trump dice para atraer a la multitud MAGA y lo que realmente cree.
Otro problema es que Trump se considera un hombre "elegante". Puede que critique a las élites, pero también anhela ser aceptado y amado por ellas. Le gusta que las cosas sean "elegantes", y Greene no encaja en ese mundo. Cuando la ex periodista de la BBC Emily Maitlis le preguntó sobre los "láseres espaciales judíos", Greene le dijo que "se jodiera". Un mensaje reciente al secretario de Relaciones Exteriores británico David Cameron fue "besa mi trasero".
He visto sugerencias en las redes sociales de que el problema de Greene es que ella "no es del tipo de Trump". Dado el séquito de bellezas que lo rodea entre sus funcionarias y su equipo legal, no considero esta teoría tan absurda como debería ser. Pero es más que eso. En estos días, MTG parece demasiado MAGA para DJT.
Jemima Kelly - Financial Times.
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