A partir del 1 de enero, Cicero, Illinois, aplicará una nueva prohibición sobre la venta de licores después de medianoche en todos los bares, restaurantes y tiendas. Esta ordenanza en ciernes tiene a los propietarios de negocios locales haciendo sonar las alarmas sobre los posibles graves impactos financieros, reseña ABC7 Chicago.
La economía de Cicero se beneficia significativamente de su activa vida nocturna, que bulle de actividad hasta las 3 de la madrugada los fines de semana. Sin embargo, con la nueva prohibición del alcohol, establecimientos como Langostina's se enfrentan a nuevos retos. Su propietaria, Laura Arango, expresó su preocupación: "En las horas de prohibición es cuando más clientes vemos. Es un momento en el que los clientes se reúnen para desconectar con una comida y unas bebidas".
La motivación de la prohibición de la venta de licores se debe al aumento de problemas a altas horas de la noche, como peleas, ruido y vandalismo, informa el portavoz de Cicero, Ray Hanania. Los responsables municipales han señalado que los altercados provocados por el alcohol se extienden por las calles.
Sumándose a las preocupaciones económicas, Lucy Valdez, copropietaria de Hacienda Calavera y Luxor, destacó la posibilidad de efectos drásticos en las operaciones. "Recortar estas horas amenazará significativamente la viabilidad de nuestro negocio", explicó Valdez. En concreto, le preocupan los bares que regenta, algunos de los cuales no abren hasta altas horas de la noche.
El temor subyacente entre la comunidad empresarial de Cicero es el efecto dominó sobre el empleo y la estabilidad económica. "La pérdida de puestos de trabajo será considerable. Es un aspecto que no han valorado del todo los responsables políticos", subrayó Arango.
A pesar del rechazo de los propietarios de negocios, los dirigentes de Cicero se mantienen firmes en su decisión, alegando la necesidad de una política uniforme para gestionar eficazmente el desorden. "Una ley singular simplifica la aplicación y la equidad, a pesar de que afecta negativamente a unos pocos", declaró Hanania.
A medida que se acerca la fecha de entrada en vigor de la prohibición, con los permisos de actividad pendientes de renovación, los propietarios de bares y licorerías se unen para buscar enmiendas a la política. Su objetivo es colaborar en la búsqueda de soluciones más equilibradas.