Las mismas horas trabajadas, el mismo empleo y el mismo nivel educativo pero con un salario a la mitad. Esta es la brecha a la que se enfrentan millones de latinas en Estados Unidos, que deben trabajar el doble para ganar lo mismo que un hombre blanco.
La brecha salarial en latinas comienza desde temprana edad. A los 16 años, por ejemplo, una latina gana menos que un joven blanco de la misma edad y la brecha se va ampliando con el paso del tiempo. Entre los 16-24 años la brecha es del 9%, entre lo 25-54 años la brecha salarial se amplía a 34%, y después de los 55 años, la brecha llega a un 42%.
Y las cifras siguen evidenciando las dificultades de las latinas, incluso para aquellas que tienen un título universitario. Según datos del Censo de Estados Unidos publicados en 2022, las latinas con una licenciatura o un título ganaron apenas 59 centavos de dólar por cada dólar que ganaron los hombres blancos no hispanos con el mismo nivel de educación.
Las latinas pierden miles de dólares cada año por la brecha salarial
Los avances de inclusión impulsados por diversos sectores del país no se ven reflejados en el salario y los datos lo demuestran. Según el National Women’s Law Center (NWLC) las mujeres latinas con un alto nivel de educación no consiguen llegar a los $2.5 millones en ingresos a lo largo de su vida por las brechas. El año pasado, por ejemplo, una mujer latina (trabajando a tiempo completo) ganó 57 centavos de dólar por cada dólar que ganó un hombre blanco y no hispano, una brecha que se amplió en comparación 2022.
A las latinas se les hace más difícil ahorrar para un fondo de retiro, la educación de sus hijos, reunir para el capital de un negocio o para comprar una casa. Y esto se evidencia con el siguiente dato: la brecha salarial le cuesta a una latina más de $1.2 millones durante una carrera de 40 años en comparación a un hombre blanco no hispano. Una latina tendría que trabajar hasta los 90 años para alcanzar lo que un hombre blanco no hispano gana en 60 años.
Otra problemática: los ascensos laborales. Aunque las latinas piden aumentos de sueldo y ascensos en sus puestos de trabajo, registran una tasa mayor de respuestas negativas en ambas solicitudes. Por cada 100 hombres promovidos a gerente, solo promueven a 71 latinas.
¿Por qué las latinas se enfrentan a una brecha salarial más amplia?
En El Tiempo Latino conversamos con Diana Ramírez, gerente senior de Políticas y Coaliciones de Justicia en el lugar de trabajo del National Women’s Law Center (NWLC) sobre las dificultades que enfrentan las latinas en EEUU y lo difícil que se ha vuelto la justicia salarial.
“El trabajo de la mujer y el trabajo de la madre es menos valorado debido a la discriminacion absoluta”, dijo Ramírez, explicando por qué las latinas se enfrentan a una brecha salarial más amplia. “También es debido a la segregación ocupacional: latinas son representadas de manera desproporcionada en trabajos mal remunerados”, añadió.
El daño colateral: Ramírez explicó que las mujeres latinas con empleos mal remunerados, tienen problemas para acceder al cuidado infantil, tienen horarios impredecibles y, a menudo, no tienen licencia (o días pagados) por enfermedad y mucho menos licencia familiar y médica remunerada.
“Todo esto puede obligar a las latinas a trabajar menos horas o salirse por completo de la fuerza laboral, lo que impacta sus salarios, ascensos, entre otros”, señaló. Con este panorama, las latinas tienen más probabilidades, en comparación a hombres blancos, a tomarse un tiempo libre para el cuidado de familiares.
California lidera la lista donde las latinas ganan menos
Las latinas ganan 44 centavos de dólar por cada dólar que gana un hombre blanco no hispano en California, siendo este el estado con la brecha salarial más amplia en todo Estados Unidos. “Una latina tendría que trabajar hasta los 110 años para alcanzar lo que un hombre blanco y no hispano gana a los 60 años”.
En Washington DC, por ejemplo, la brecha salarial hoy en día le costaría a una latina $1.9 millones en una carrera de 40 años en comparación con un hombre blanco. Una latina tendría que trabajar hasta los 84 años en DC para alcanzar lo que un hombre blanco y no hispano gana en 60 años.
Si nos vamos a Maryland, la brecha se acorta, pero no en mucho. Las latinas en el estado, con la brecha salarial actual, perderían $1.8 millones durante una carrera de 40 años en comparación a un hombre blanco no hispano. Una latina tendría que trabajar hasta los 101 años para alcanzar lo que un hombre blanco y no hispano gana a los 60 años.
En Maryland, una mujer latina gana 85 centavos por cada dólar que gana un hombre blanco no hispano. Además, una mujer latina que trabajó medio tiempo o durante parte del año, gana 78 centavos por cada dólar que gana un hombre blanco, no hispano
Aunque en Virginia la brecha se acorta signiticativamente en comparación a DC y Maryland, las latinas siguen sufriendo la brecha salarial, que le costaría $1.3 millones en Virginia en una carrera de 40 años.

Una voz para hacerle frente a la brecha salarial
De acuerdo a datos de la Comisión de Asuntos Hispanos del Estado de Washington, alrededor de 1 de cada 3 estadounidenses no es consciente de la brecha salarial entre latinas y hombres blancos. Esto demuestra que la problemática es desconocida para miles de personas.
Sumado a esto, las latinas se enfrentan a una falta de transparencia sobre salarios en la información de ofertas laborales, sin mencionar otros factores como el racismo y el sexismo, que tradicionalmente viven las hispanas en sus puestos de trabajo en Estados Unidos.
Pero, no están solas. El NWLC es una de tantas organizaciones que abogan por políticas y leyes que apoyen a las mujeres en el ámbito laboral. Ramírez señala que desde el Centro Nacional de Derecho de la Mujer impulsan medidas para disminuir la brecha salarial y cuidar la salud mental de las latinas, como:
- Obligar a los empleadores a publicar puestos de trabajo con rango salarial.
- Exigir que los empleadores remitan reportes frecuentes del estado de su fuerza laboral incluyendo raza, etnicidad y género.
- Abogar con los gobiernos para invertir más en la infraestructura del cuidado de niños y adultos mayores, así como los gobiernos invierten en el transporte público y otra infraestructura para poder llegar al trabajo.
- Abogar con los gobiernos y empleadores para el aumento de las licencias de enfermedad o familia, pagadas al 100% de salario.
Una lucha marcada por la experiencia. Ramirez relató para El Tiempo Latino que dentro de su núcleo familiar se vivió de cerca la brecha salarial. Nos contó que su tía Elizabeth, de 63 años, sufrió encefalitis en diciembre de 2020, enfermedad que la dejó permanentemente discapacitada y con la necesidad de cuidado las 24 horas del día.
Antes de eso, relata Ramírez, su tía Elizabeth trabaja en un centro de cuidado de adultos con discapacidad en El Paso, Texas, donde recibía un pago de $9 la hora. “Ella no tenía seguro médico, ni días de enfermedad, ni fondo de retiro. Cuando obtuvimos acceso a su cuenta de banco, ella tenía un total de $50 de ahorros y no $1.2 millones”.
“Este dinero que no se le pagó a mi tía debido a la brecha salarial hubiera pagado el cuidado de ella en su enfermedad. No tiene ni para asistir al mismo centro de adultos donde ella trabajaba. Esta brecha ahora le está afectando a mis primas, quienes tienen que pagar por el cuidado de su mamá. Mis primas no han podido ahorrar, ni comprar una casa. Se sienten frustradas y decepcionadas con un sistema sofocante del cual no pueden salir. Esto es cómo afecta la brecha salarial a las latinas”.