En una demostración de su política exterior combativa, el presidente argentino se presentará en un evento del partido de extrema derecha el domingo, en vez de reunirse con el primer ministro español.
Para la mayoría de los jefes de estado, sería impensable visitar otra nación, omitir una reunión con su líder y en cambio asistir a un mitin de la oposición.
Pero para el presidente argentino Javier Milei, es solo otro viaje provocador. A un aliado histórico, nada menos. Milei, quien durante su campaña criticó a los principales socios comerciales de su nación, llegó a Madrid el viernes para una visita que no hará nada para mejorar las relaciones rápidamente deterioradas con el gobierno del primer ministro Pedro Sánchez.
En las últimas semanas, ambos intercambiaron insultos públicos y personales, y no se reunirán durante los tres días de Milei en la capital española. En cambio, el líder libertario argentino pasará la tarde del domingo en un mitin de Vox, el partido de extrema derecha que es el crítico más feroz de Sánchez y que busca hacer importantes avances en las elecciones parlamentarias europeas de junio.
Desde que asumió el cargo en diciembre, Milei ha evitado regularmente los canales diplomáticos oficiales para planificar viajes al extranjero: solo horas después de recibir al secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en Buenos Aires en febrero, voló a Washington para dar un discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora durante el fin de semana. Allí, le dijo a Donald Trump que desea que el expresidente gane las elecciones de noviembre. No había reuniones con Joe Biden u otros funcionarios de la Casa Blanca en la agenda.
La estrategia ha ayudado a convertir a Milei en una superestrella emergente en la derecha global, mientras partidos como Vox se acercan y líderes desde Benjamín Netanyahu de Israel hasta Giorgia Meloni de Italia lo acogen en su círculo.
Pero también ha comenzado a generar preocupaciones entre analistas y observadores que temen que la política exterior combativa e ideológica de Milei limite su capacidad para fortalecer las relaciones comerciales y de inversión que podrían ayudar a la economía enferma de Argentina.
"Los viajes presidenciales de Milei son altamente excéntricos", dijo Benjamín Gedan, director del programa de América Latina del Wilson Center. "Su agenda a menudo es personal, pierde oportunidades para atraer inversores e irrita, o al menos desconcierta, a líderes extranjeros".
"La pregunta", agregó, "es si las preferencias políticas dogmáticas de Milei corren el riesgo de alienar a aliados naturales en Occidente que de otro modo estarían ansiosos por apoyar el realineamiento de la política exterior de Argentina y su sensato programa de reforma económica".
España ha disfrutado durante mucho tiempo de estrechos lazos diplomáticos y económicos con los países latinoamericanos en general debido a su idioma compartido y pasado colonial. Esa relación se ha visto desafiada por la aparición de China como un socio comercial clave a principios de siglo, y obstáculos para la aprobación de un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, el bloque aduanero cuyos miembros fundadores son Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
Empresas españolas, incluyendo Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, Banco Santander SA y la tienda minorista Zara, aún representan el segundo mayor nivel de inversión extranjera directa en Argentina, solo detrás de las firmas de EEUU. Los vínculos se han mantenido fuertes en los últimos años gracias a un flujo de inmigrantes argentinos que huyen de su miseria económica: casi 30.000 llegaron en el primer trimestre de 2023, y aproximadamente 500.000 ahora llaman hogar a España, el doble del número que vive en EEUU.
Sin embargo, China es ahora el segundo socio comercial más grande de Argentina después de Brasil, con España en noveno lugar.
Milei y Sánchez, un socialista y aliado cercano de izquierdistas latinoamericanos como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Gustavo Petro de Colombia y Nicolás Maduro de Venezuela, siempre iban a tener una relación política tensa que pondría a prueba esos vínculos.
Sus diferencias explotaron en una pelea total a principios de este mes, cuando un miembro del gabinete de Sánchez sugirió que Milei había consumido drogas durante una presentación televisiva el año pasado. El argentino respondió con un extenso comunicado oficial que acusaba a su homólogo español de promulgar políticas que "solo traen pobreza y muerte".
El viaje está destinado a profundizar la brecha: Milei se reunirá el sábado con el legislador español Santiago Abascal, líder del partido antiinmigrante Vox, que espera que la presencia del argentino opositor del establishment y portador de una motosierra impulse la campaña electoral de derecha en toda Europa.
"Será un gran evento para todos los partidos patrióticos, conservadores e identitarios de Europa", dijo el vicepresidente de Vox, Jorge Buxade, sobre el mitin al que asistirá Milei durante una entrevista con Bloomberg News a principios de este mes.
El portavoz de Milei, Manuel Adorni, restó importancia a la controversia, diciendo que el enfoque principal del viaje es reunirse "con los principales líderes empresariales españoles que invierten en Argentina". Pero se negó a nombrar a los ejecutivos específicos que Milei vería, y el gobierno de Sánchez está claramente perturbado por la naturaleza política de la visita.
"El presidente Milei ha decidido venir como líder de un grupo políticamente alineado, que es el Vox de extrema derecha en España, y no como presidente de la República Argentina ni como representante institucional que busca inversiones", dijo la vicepresidenta Teresa Ribera en una entrevista. "Debe saber lo que está haciendo".
Las tensas relaciones entre los dos gobiernos "obviamente tienen un costo", dijo Carlos Malamud, un historiador argentino y principal investigador del centro de estudios Real Instituto Elcano en Madrid. "Sería bueno si los dos gobiernos moderaran sus discrepancias y fortalecieran una relación a nivel institucional que tiene bases muy sólidas de otro modo".
Queda por ver cuán profundo podría ser el impacto de la crisis actual. Milei ha retrocedido previamente de sus críticas a China y Brasil, intentando reparar relaciones a medida que se vislumbraba un posible impacto económico, como un intercambio de divisas de 18 mil millones de dólares con el Banco Popular de China.
Podría seguir un camino similar en España: Adorni dijo el jueves que un viaje de seguimiento para reunirse con funcionarios de la administración de Sánchez estaba en etapa de planificación.
El creciente número de argentinos que viven en España, mientras tanto, podría ayudar en última instancia a proteger los lazos económicos de las diferencias políticas, como ha sido el caso en la relación intermitente entre Argentina y Brasil en los últimos años.
"España sigue siendo nuestro principal inversionista de la Unión Europea", dijo Cornelia Schmidt-Liermann, directora de asuntos europeos en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. "Los lazos diplomáticos solo se han intensificado recientemente debido a todos los jóvenes argentinos que hoy están en España. Incluso cuando las relaciones entre gobiernos no son excelentes, los vínculos entre empresas y la academia se intensifican precisamente porque no podemos abandonar esta relación que está arraigada en nuestro ADN".
Manuela Tobias y Jorge Valero - Bloomberg.
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