Londres se llena de emoción a medida que se acerca la final de la Champions League. Cabe destacar que el Real Madrid, nombre sinónimo de triunfo en estos partidos de alto riesgo, aún arrastra una mancha de hace más de cuatro décadas.
Aunque muchos ven ahora una aparición del Real Madrid en la final de la Champions League como una victoria casi garantizada, la historia cuenta una historia diferente. Los titanes vestidos de blanco saborearon la derrota en este gran escenario.
Si se rebobina hasta 1981, encontrará el último caso de tal angustia para los gigantes españoles.
Todo se remonta a la temporada 1980-81
La final de la Champions League de 1980-1981, celebrada en el Parque de los Príncipes, sigue siendo un recuerdo significativo. El Real Madrid se enfrentó a un enemigo conocido, el Liverpool, ante el que cayó por un ajustado 1-0.
Aquella derrota marcó su último intento fallido en una final europea. El único gol del partido inscribió el nombre del Liverpool en el título, cimentando aún más su dominio en la competición desde 1977 hasta 1984.
La plantilla de aquel año era una alineación de talento local. Figuras clave como el portero Agustín Rodríguez, el defensa José Antonio Camacho, el centrocampista Vicente del Bosque y el delantero Carlos Santillana encarnaban el espíritu del equipo. Vujadin Boskov, de la antigua Yugoslavia, dirigió al equipo durante aquella época.
Los resultados de la final de 1981 describieron el partido como equilibrado pero deslucido, en el que el Liverpool mereció la victoria por su mayor ambición. El Real Madrid, obstaculizado por una defensa del Liverpool aparentemente impenetrable, luchó por encontrar su sitio.
¿Es una mancha para las victorias del Real Madrid en Champions League?
Esta ineficacia representó el firme dominio de los Reds en la competición durante aquellos años, destacado por Bob Paisley, que se convirtió en el primer entrenador en conseguir el trofeo en tres ocasiones.
Esta derrota escoció profundamente al Real Madrid. El club español llevaba persiguiendo la gloria europea desde su título de 1965-1966, y no fue hasta 1998 cuando volvió a levantar la codiciada "Orejona" al derrotar a la Juventus por 1-0.
La historia de la final de 1981 es algo más que una nota a pie de página histórica. Sirve como testimonio de la naturaleza impredecible del fútbol y de la humillante verdad de que incluso los equipos más formidables se enfrentan a reveses.
La derrota en la Champions League de 1981 sigue siendo un capítulo conmovedor de la historia del Real Madrid en la Champions League. Este momento decisivo representa la realidad de que el éxito a menudo sigue a la angustia, dando forma a las leyendas que hoy celebramos.