Estados Unidos está contemplando un cambio en su política sobre el conflicto de Ucrania. Este posible ajuste implica levantar la restricción impuesta desde hace tiempo por el presidente Biden sobre el uso de armas suministradas por Estados Unidos para operaciones ofensivas dentro del territorio ruso.
La reevaluación, que lleva varias semanas en proceso, fue catalizada por el renovado ataque de Rusia contra Kharkiv y la creciente presión de los aliados europeos.
Estas discusiones cobraron importancia tras la reciente visita del Secretario de Estado de EEUU Antony Blinken a Kiev.
Presión internacional y cambio de postura
El Secretario de Estado Antony J. Blinken fue el primero en sugerir públicamente que la administración Biden podría ajustar su postura en base a las cambiantes condiciones en el campo de batalla.
Tras su visita a Kiev, Blinken advirtió que sin modificaciones en las restricciones de uso de armas, los ucranianos podrían enfrentar dificultades para mantener el control territorial, una visión respaldada por el secretario general de la OTAN y otros aliados europeos.
"Vamos a asegurarnos de que [Ucrania] dispone del equipamiento que necesita", declaró Blinken en Chisinau. "A medida que las condiciones han cambiado, nosotros también nos hemos adaptado y ajustado".
Aunque Biden aún no toma una decisión definitiva, sus asesores de seguridad nacional están trabajando en una recomendación formal, según informó The New York Times.
Los comentarios del Secretario de Estado se produjeron antes de una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en Praga. El ministro checo de Asuntos Exteriores, Jan Lipavsky, reflejando el sentir de varios aliados, sugirió que se está formando un consenso en torno a la permisibilidad de los ataques en territorio ruso, haciendo hincapié en el papel de Rusia como agresor.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se hizo eco de estos sentimientos, señalando los retos a los que se enfrenta Ucrania debido a las restricciones durante los combates en la zona fronteriza, especialmente en los alrededores de Kharkiv.
Otros funcionarios occidentales, entre ellos el presidente francés Emmanuel Macron y la ministra de Defensa holandesa Kajsa Ollongren, apoyaron esta perspectiva, argumentando que Ucrania no debería verse obstaculizada por las limitaciones existentes.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Cameron, durante una visita a Kiev, articuló un punto de vista similar, afirmando que Ucrania tiene derecho al uso de armas proporcionadas por Occidente para operaciones defensivas que se extiendan hasta territorio ruso.
Reacciones de Rusia y posibles consecuencias
Al acusar a la OTAN de una “escalada interminable”, el presidente Vladimir Putin advirtió el martes que esto podría tener “graves consecuencias”, insinuando posibles respuestas nucleares si la OTAN permite a Ucrania realizar ataques dentro del territorio ruso.
Los medios de comunicación rusos destacaron las declaraciones de Putin como un claro ultimátum a Occidente, afirmando que tales acciones significarían la implicación directa de la OTAN en el conflicto.
Evolución de la postura estadounidense
Estados Unidos comenzó a proporcionar misiles ATAMCS a Ucrania esta primavera con la condición de que no se utilizaran para atacar dentro de Rusia, una estipulación diseñada para evitar una escalada involuntaria que podría resultar en una confrontación militar catastrófica entre Moscú y Washington.
Sin embargo, el enfoque de la administración Biden evolucionó, ampliando el arsenal ucraniano en respuesta a la cambiante dinámica bélica. Esto incluyó el suministro de armamento avanzado como misiles Stinger, lanzadores HIMARS y tanques M1 Abrams.
A pesar de los indicios de un posible cambio, los funcionarios estadounidenses, incluido el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, afirmaron que todavía no se produce ningún cambio de política definitivo.
"Nuestro apoyo a Ucrania ha evolucionado adecuadamente a medida que evolucionaron las condiciones del campo de batalla, y eso no va a cambiar, pero en este momento tampoco hay cambios en nuestra política".
dijo John Kirby
Con las restricciones al apoyo de Estados Unidos a los ataques transfronterizos, Ucrania esta utilizando sus propios drones de ataque de largo alcance para atacar objetivos civiles y militares rusos. Pero esos aviones tienen limitaciones de carga útil y no son tan efectivos.
La compleja dinámica también ha desencadenado debates sobre el envío de instructores militares a Ucrania, una idea que en su día se consideró. Francia indicó posibles movimientos en esta dirección, aunque los detalles concretos siguen siendo provisionales. Este entrenamiento reforzado podría acelerar la preparación de las tropas y mitigar los retos logísticos.
Cualquier entrenamiento, enfatizaron los diplomáticos de la OTAN, sería organizado bilateralmente entre los estados miembros y Ucrania, no por la propia OTAN, que se ha mantenido oficialmente distanciada de la guerra.