En un importante cambio de política este viernes, Alemania y Estados Unidos permiten ahora a Ucrania utilizar armas de largo alcance contra de Rusia.
Esta medida representa un momento crucial en el conflicto en curso, ya que ambas naciones refuerzan las capacidades defensivas de Ucrania.
Los funcionarios ucranianos abogaron durante mucho tiempo por reducir las restricciones sobre las armas suministradas por Occidente.
Alemania responde ante los recientes ataques a Ucrania
El implacable asalto a la región de Kharkiv, a sólo 20 kilómetros de la frontera rusa, hizo que estas peticiones sean urgentes. Las fuerzas ucranianas, asediadas y sobrecargadas, luchan bajo el peso de los ataques sostenidos de Rusia.
La autorización de Berlín y Washington tiene como objetivo específico defender Kharkiv. Los misiles balísticos rusos causaron estragos en la ciudad, provocando víctimas y destruyendo infraestructuras.
Los dirigentes ucranianos esperan que estos permisos recién concedidos frenen la devastación y ayuden a invertir la tendencia.
La aprobación alemana de los ataques ucranianos coincide con la postura estadounidense anunciada por el presidente Joe Biden. El secretario de Estado, Antony Blinken, confirmó que Kiev había recibido luz verde para contrarrestar los medios militares rusos.
Respuesta de Rusia
Moscú no permaneció en silencio. Dmitri Medvédev, jefe adjunto del Consejo de Seguridad ruso, advirtió de graves consecuencias para Ucrania y sus aliados de la OTAN. Su declaración puso de relieve la posibilidad de una escalada del conflicto, que los líderes occidentales se esfuerzan por evitar.
La preocupación por provocar al presidente ruso, Vladimir Putin, alimentó la vacilación a la hora de suavizar las restricciones sobre el uso de armas. El riesgo de un conflicto más amplio, incluida una escalada nuclear, se cierne sobre Rusia.
Recientemente, Rusia realizó simulacros con armas nucleares tácticas, señal de su preparación para escenarios variados.
Los avances de Rusia en regiones como Kharkiv aprovecharon los pocos suministros de Ucrania y retrasaron la ayuda occidental.
Los nuevos permisos de Alemania y Estados Unidos pretenden abordar estas disparidades, permitiendo a Ucrania golpear posiciones rusas clave y reequilibrar potencialmente el campo de batalla.
La declaración de Alemania hizo hincapié en el derecho legal de Ucrania a la autodefensa, incluido el uso estratégico del apoyo internacional. Esta postura recibió el respaldo del jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, que subrayó la importancia de defender el derecho internacional y el derecho de Ucrania a defenderse.
División entre los aliados occidentales
Los aliados occidentales no estuvieron universalmente de acuerdo. El ministro sueco de Asuntos Exteriores, Tobias Billström, señaló que Suecia no impone restricciones de este tipo al uso de las armas por parte de Ucrania. Italia, sin embargo, mantiene un enfoque más estricto, limitando el uso de armas al territorio ucraniano.
A pesar de la lógica estratégica, existe preocupación por las posibles repercusiones. Las recientes afirmaciones de Rusia de haber capturado numerosas ciudades y pueblos añaden urgencia a estas estrategias de reciente aplicación.
En medio de estos acontecimientos, el balance humano sigue siendo grave. Los ataques rusos con misiles causaron importantes bajas y daños en Kharkiv, lo que subraya la urgente necesidad de medidas de defensa eficaces.
Los funcionarios ucranianos acusan a Rusia de utilizar tácticas diseñadas para maximizar los daños, que recuerdan a las estrategias empleadas en Siria.