Dollar Tree reveló este miércoles sus planes de considerar la venta de Family Dollar, revelando las dificultades desde su adquisición hace casi una década.
Family Dollar opera alrededor de 8.000 tiendas en todo Estados Unidos, atendiendo predominantemente a consumidores de bajos ingresos en zonas urbanas con productos cuyo precio oscila generalmente entre 1 y 10 dólares.
Por el contrario, las tiendas de Dollar Tree se encuentran principalmente en ubicaciones suburbanas, dirigidas a compradores de ingresos medios. Su director general, Rick Dreiling, subrayó en un comunicado las "necesidades únicas" de cada cadena, lo que llevó a la empresa a reevaluar su asociación.
Las pésimas condiciones de las tiendas, los precios más altos y la agresiva expansión caracterizan las luchas de Family Dollar. La cadena se enfrenta a una competencia significativa de grandes minoristas como Walmart y Dollar General.
El aumento de la inflación incrementó aún más los costes operativos, restringiendo la flexibilidad financiera de sus clientes sensibles a los precios.
"La dura realidad es que Family Dollar es un negocio problemático que es una piedra de molino colgada del cuello de Dollar Tree, lo que perjudica el rendimiento general", afirmó a CNN Neil Saunders, analista de GlobalData Retail.
Las luchas de Dollar Tree y Family Dollar
A pesar de estos problemas, las ventas de Family Dollar en las tiendas abiertas desde hace al menos un año subieron sólo un 0,1% en el último trimestre.
Las acciones de Dollar Tree cayeron un 3% en las operaciones previas a la comercialización tras estos acontecimientos.
La fusión en 2015 entre Dollar Tree y Family Dollar, que costó 8.500 millones de dólares, se vio inicialmente como un movimiento estratégico para desafiar a competidores más grandes.
La esperanza era que la fusión de las dos entidades ampliaría su base de clientes, racionalizaría los costes y esquivaría la competencia de Dollar General, que también había mostrado interés en adquirir Family Dollar.
Sin embargo, la realidad resultó ser otra. Dollar Tree subestimó los retos de gestión que planteaba la extensa base de tiendas de Family Dollar. El estado de las tiendas Family Dollar, peor de lo esperado, y la ineficacia de las primeras estrategias de venta, como añadir cerveza a su inventario, no lograron impulsar el rendimiento.
Muchas tiendas Family Dollar, a menudo situadas cerca unas de otras, canibalizaban las ventas de las demás, creando una dinámica contraproducente. Los analistas señalaron problemas anteriores como tiendas descuidadas, una mezcla de productos inadecuada y empleados insatisfechos.
Estos problemas llegaron a su punto álgido en 2018, cuando The Wall Street Journal reveló las vacilantes ventas de la empresa, agravadas por unas tiendas descuidadas y una mala selección de productos.
En 2019, el bajo rendimiento de las tiendas provocó la presión de los inversores activistas a favor de una venta, lo que provocó el cierre de cientos de establecimientos de Family Dollar.
Se hicieron intentos para reformar numerosos locales de Family Dollar, pero mantener los estándares adecuados sigue siendo una preocupación.
A principios de este año, el Departamento de Justicia impuso una multa récord de 41,6 millones de dólares a Family Dollar por violar las normas de seguridad de los productos. Una inspección había descubierto un almacén plagado de infestaciones de roedores, lo que ponía de manifiesto graves fallos en el mantenimiento de las normas de seguridad.