Carlos Alcaraz grabó su nombre en la historia del tenis al ganar este domingo su primer Roland Garros, logrando su tercer título de Grand Slam con sólo 21 años.
La sensación española cautivó al público en la pista Philippe-Chatrier, mostrando su dominio de la tierra batida con una actuación dinámica que solidificó su estatus de nuevo fenómeno del tenis.
Alcaraz y un intenso partido
Clasificado con el número 3 del mundo, Alcaraz exhibió compostura y resistencia a lo largo de un intenso partido de cuatro horas y 17 minutos, derrotando finalmente al alemán Alexander Zverev en una emocionante final a cinco sets.
El partido se saldó con un marcador de 6-3, 2-6, 5-7, 6-1, 6-2, que dejó en claro la extraordinaria resistencia y habilidad de Alcaraz.
Zverev, que llevaba una racha de 12 victorias consecutivas en tierra batida, representaba un reto importante. Recuperando su trono en Roma a principios de temporada, Zverev llevó a Alcaraz a sus límites en París.
Sus potentes saques y sus jugadas estratégicas mantuvieron al público y a su rival absortos durante todo el intenso enfrentamiento.
El ambiente en la Corte Philippe-Chatrier estaba cargado de expectación. Desde el principio, los nervios fueron palpables, ya que las dobles faltas de Zverev abrieron el partido. Alcaraz encontró rápidamente su ritmo, rompiendo tres veces el saque de Zverev para asegurarse el primer set.
Un partido agotador
El cansancio acechaba como un contendiente invisible, especialmente para Zverev, que había acumulado unas agotadoras 19 horas y 27 minutos en la pista antes de la final, el mayor esfuerzo de la historia del torneo.
A pesar de semejante esfuerzo, la determinación de Zverev no decayó en ningún momento, y protagonizó una enérgica remontada para hacerse con el segundo set y luego con el tercero en un impresionante cambio de impulso.
La conclusión del tercer set pareció minar el ímpetu de Alcaraz, pero su entrenador, Juan Carlos Ferrero, le instó apasionadamente a elevar su juego. Alcaraz respondió recuperando el dominio en el cuarto set con una decisiva ventaja de 4-0. A pesar del desgaste físico que requirió atención médica, Alcaraz siguió impertérrito su camino hacia la victoria.
En el decisivo quinto set, el partido puso a prueba la voluntad y la resistencia de ambos deportistas. Alcaraz rompió el saque de Zverev para obtener una ventaja crítica de 2-1 y, con una defensa inquebrantable, superó cuatro puntos de ruptura. Su implacable energía culminó con un break al amor en el 5-2, y avanzó con confianza hacia el título.
Alcaraz hace historia en el Roland Garros
El triunfo de Alcaraz le coloca entre los grandes del tenis, convirtiéndose en el séptimo jugador de la Era Abierta en ganar sus tres primeras finales de Grand Slam y el más joven en hacerlo en tres superficies diferentes.
Con esta victoria, Alcaraz se une a las filas de legendarios campeones españoles en Roland Garros, como Rafael Nadal y Sergi Bruguera. Su victoria se erige como el faro de una nueva era en el tenis, en la que la resistencia y el talento confluyen en logros notables.
La trayectoria de Alexander Zverev, aunque terminó a las puertas del título, le granjeó admiración y respeto. El alemán, en su segunda derrota en una final de Grand Slam, sigue a la caza de un gran avance, inspirado por el legado de Boris Becker y Michael Stich.
La victoria de Carlos Alcaraz en París demuestra su extraordinario potencial y su espíritu indomable, y anuncia un futuro brillante para este joven campeón en el mundo del tenis.