Roberto Gómez Bolaños, conocido artísticamente como "Chespirito", no solo dejó un legado imborrable en el ámbito del entretenimiento, sino que también incursionó en la esfera política mexicana, mostrando un interés activo en el destino de su país.
Sobrino del expresidente Gustavo Díaz Ordaz Bolaños, el actor mexicano manifestó su ideología política de manera pública en múltiples ocasiones, lo que generó que muchos televidentes lo celebraran y repudiaran por igual.
El comediante nunca ocultó su parentesco con el expresidente, pues incluso en sus memorias hizo referencia a su tío, mismo al que calificó como uno de los mejores presidentes del país. “Gustavo Díaz Ordaz en algunas cosas y no porque haya sido mi tío, a quien nadie quería, antes del 68 fue el mejor presidente, y si vemos los números de la inflación que tuvo México, se justifica”, escribió el comediante.
Aunque su participación no fue tan prominente como su carrera en la televisión, su apoyo a ciertos candidatos presidenciales, como Vicente Fox y Felipe Calderón, generó atención y debate en la sociedad mexicana.
Chespirito y su incursión en la política mexicana
Durante las elecciones presidenciales de México en el cambio de milenio, específicamente en el año 2000, Roberto Gómez Bolaños expresó públicamente su respaldo hacia la candidatura de Fox, quien se postulaba como el candidato del Partido Acción Nacional (PAN).
Su apoyo no pasó desapercibido, ya que “Chespirito” era una figura influyente y querida por varias generaciones de mexicanos. Su respaldo al candidato del PAN fue interpretado por algunos como un gesto de confianza hacia un cambio político en México, alejándose del largo dominio del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La decisión de respaldar a Fox no fue tomada a la ligera. Gómez Bolaños expresó su deseo de ver un México con más oportunidades y menos corrupción, y creía que Fox era la mejor opción para encaminar al país hacia ese ideal. Su apoyo, aunque no necesariamente determinante en el resultado de las elecciones, agregó un elemento interesante al debate político, destacando la influencia que las figuras del entretenimiento pueden tener en la arena política.
Posteriormente, en las elecciones presidenciales de 2006, Roberto Gómez Bolaños nuevamente se pronunció a favor de un candidato, esta vez respaldando a Felipe Calderón, también del Partido Acción Nacional. Su apoyo a Calderón fue interpretado como una continuidad de su deseo de ver un cambio en la dirección política de México. Calderón, quien finalmente ganó las elecciones de 2006 en medio de controversias y disputas, contó con el respaldo simbólico de Gómez Bolaños.
Un constante interés por la política pero también preocupación por el futuro de México
La participación activa de "Chespirito" en apoyo de ciertos candidatos presidenciales reveló su interés y preocupación por el futuro de México. Aunque algunos podrían argumentar que los artistas y figuras del entretenimiento no deben involucrarse en política, la realidad es que su influencia pudo tener un impacto significativo en la opinión pública y, en última instancia, en los resultados electorales.
Es importante señalar que, más allá de su respaldo a estos dos candidatos, Roberto Gómez Bolaños mantuvo una postura apolítica en muchos aspectos de su vida. Aunque expresó sus opiniones y preferencias en momentos clave, su enfoque principal siempre estuvo en su trabajo como comediante y creador de contenido, trayendo alegría y risas a millones de personas en México y en todo el mundo.