El presidente de EEUU, Joe Biden, está al frente de las principales democracias del mundo para enviar un mensaje claro al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de que Occidente no abandonará a Ucrania, a pesar de las tensiones políticas que ponen en duda su compromiso.
Biden se reunirá este jueves con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en Italia, en el marco de la cumbre del G7, con el propósito de reafirmar personalmente una promesa que hizo la semana pasada en los campos de batalla de Normandía, donde el fascismo comenzó a desmoronarse hace 80 años.
"No nos iremos, porque si lo hacemos, Ucrania será subyugada y esto no acabará aquí", dijo Biden rodeado de los últimos veteranos estadounidenses del Día D y de las tumbas de más de 9.000 de sus compañeros caídos.
"Los vecinos de Ucrania se verán amenazados. Toda Europa se verá amenazada. [...] Los autócratas del mundo están muy atentos a lo que ocurra en Ucrania".
Preocupación por un posible regreso de Trump
Sin embargo, la iniciativa de Biden enfrenta la creciente preocupación en Europa de que pueda ser solo un período transitorio entre dos administraciones de Donald Trump.
El mandato del expresidente, que finalizó en 2021, desmanteló certezas de décadas sobre EEUU como fuerza estabilizadora en los asuntos transatlánticos y garante de la seguridad europea.
Los "autócratas del mundo" a los que Biden se refirió estarán observando atentamente el jueves, cuando Trump demuestre su control sobre el Partido Republicano al reunirse con miembros de la Cámara de Representantes y senadores republicanos en el Capitolio.
Iniciativas para proteger el apoyo a Ucrania
La dedicación emocional, política y diplomática de Biden hacia Ucrania es incuestionable y será un pilar de su legado presidencial.
Pero la incertidumbre sobre el compromiso a largo plazo de Occidente persiste debido a las corrientes políticas cambiantes a ambos lados del Atlántico, lo cual debe preocupar a Zelensky.
En Estados Unidos, Trump –quien muestra desdén por Ucrania, admira a Putin y tiene poco interés en la seguridad europea debido a sus constantes ataques a la OTAN– podría estar a menos de cinco meses de recuperar la presidencia.
Las significativas victorias de los partidos de extrema derecha en las recientes elecciones al Parlamento Europeo, especialmente en países como Francia y Alemania, podrían complicar el apoyo de la Unión Europea a Ucrania en el futuro.
La disposición de Putin a sacrificar miles de vidas rusas en el frente sin enfrentar repercusiones políticas internas, en una nación despojada de opositores políticos, sugiere que Occidente podría cansarse del conflicto antes que él.
No obstante, una serie de nuevas iniciativas de EEUU y sus aliados parece destinada a proteger el apoyo occidental a Ucrania contra la eventualidad de un regreso de Trump y a acercar a Kyiv a las estructuras económicas y de defensa occidentales en caso de que Biden y los inestables líderes del G7 que inicialmente respaldaron a Ucrania tras la invasión rusa no puedan mantener su apoyo.
Plan de reconstrucción de infraestructura ucraniana
Ningún presidente de EEUU puede realmente comprometer a su sucesor a seguir una línea de acción específica.
Los prolongados retrasos en la aprobación por el Congreso del último paquete de ayuda de $60.000 millones para Kyiv subrayan que la inestabilidad política de EEUU significa que no se puede garantizar la futura generosidad estadounidense, incluso si Biden gana en noviembre.
Se espera que Biden y Zelensky firmen un pacto bilateral de seguridad por el cual EEUU se compromete a entrenar a las Fuerzas Armadas ucranianas durante 10 años y a ampliar la cooperación en la producción de armamento y equipamiento.
Los funcionarios estadounidenses también confían en que la cumbre del G7 –que incluye a EEUU, Francia, Reino Unido, Alemania, Japón, Italia y Canadá– apruebe meses de negociaciones sobre un paquete de apoyo económico de $50.000 millones para la reconstrucción de la infraestructura ucraniana, financiado con los intereses de los activos rusos congelados.