El ejército de EEUU decidió suspender el viernes las operaciones de su muelle de ayuda humanitaria frente a Gaza por tercera vez este mes debido al fuerte oleaje.
El muelle flotante, que forma parte de un proyecto de ayuda de $230 millones en el que participan 1.000 soldados estadounidenses, será trasladado a un puerto israelí, según una fuente familiarizada con el acuerdo.
El ejercito de EEUU está haciendo todo lo posible para que el muelle funcione
"Estamos haciendo todo lo posible para que funcione", declaró un funcionario.
Los esfuerzos humanitarios se enfrentan a complicaciones adicionales, ya que las entregas en tierra siguen paralizadas. La ONU suspendió las distribuciones de ayuda la semana pasada por motivos de seguridad, sin que se haya fijado un plazo para reanudar estos suministros críticos.
Este retraso destaca la creciente complejidad de ejecutar el proyecto dentro de su plazo previsto de 90 días, que finaliza en agosto debido al deterioro de las condiciones meteorológicas.
El presidente Joe Biden dio a conocer el muelle durante su discurso sobre el Estado de la Unión en marzo, con el objetivo de entregar hasta 2 millones de comidas diarias en Gaza. Esta iniciativa respondía a que las autoridades israelíes limitaban las entradas de convoyes de ayuda terrestre por temor a que la ayuda pudiera llegar a Hamás.
Hasta ahora, más de 2.500 toneladas métricas de ayuda humanitaria cruzaron el muelle. A pesar de los obstáculos, los funcionarios estadounidenses consideran que el embarcadero es un canal crucial para los suministros humanitarios que, de otro modo, sufrirían retrasos adicionales.
La CNN informó del plan militar de trasladar el muelle a Ashdod, lo que supone el segundo gran esfuerzo de traslado. Los problemas técnicos anteriores requirieron reparaciones, y este último traslado tiene como objetivo evitar los daños provocados por las duras condiciones meteorológicas.
Criticas por el cierre del muelle frente a Gaza
Los retos del proyecto provocaron duras críticas de los legisladores republicanos. El senador Roger Wicker de Mississippi, miembro de mayor rango del Comité de Servicios Armados del Senado, expresó su frustración a través de Twitter, afirmando: "Hasta ahora, el único logro ha sido un aumento del coste y del riesgo para las 1.000 tropas estadounidenses desplegadas."
Del mismo modo, el representante republicano Mike Rogers, de Alabama, criticó el plan, calificándolo de "experimento irresponsable en el muelle" y abogando por su finalización para evitar nuevos riesgos.
Citando las lesiones sufridas por tres miembros del servicio y los daños sufridos por los buques del Ejército, Rogers lo calificó de mala asignación de recursos y de metedura de pata administrativa.
A pesar de las críticas, el Pentágono mantiene el papel fundamental del muelle para hacer frente a la grave crisis humanitaria de Gaza.
"Es muy importante que la gente que está sufriendo ahora mismo reciba toda la ayuda que pueda por cualquier medio", señaló la vicesecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh.
Este complicado escenario subraya la intersección de los esfuerzos humanitarios y las realidades logísticas en medio de un conflicto duradero. EEUU mantiene su compromiso de sortear estos obstáculos en su empeño por mejorar las graves condiciones a las que se enfrenta la población de Gaza.