La secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, expresó su oposición a la propuesta del expresidente Donald Trump de reformar el sistema fiscal estadounidense sustituyendo los impuestos federales sobre la renta por aranceles más elevados sobre los bienes importados.
En declaraciones al programa "This Week" de la cadena ABC, Yellen calificó el plan de inviable y perjudicial para los trabajadores y las empresas estadounidenses.
Propuesta de Trump y respuesta de Yellen
En una reunión con legisladores republicanos en el Capitolio, Trump propuso utilizar los aranceles como principal fuente de ingresos, con el objetivo de unificar a los líderes del Partido Republicano antes de la Convención Nacional Republicana de julio. Los representantes Thomas Massie, de Kentucky, y Marjorie Taylor Greene, de Georgia, confirmaron las conversaciones.
El presentador Jonathan Karl interrogó a Yellen sobre la viabilidad de la propuesta de Trump. La respuesta de Yellen fue firme: "Requeriría aranceles muy superiores al 100%... El impacto sería hacer la vida inasequible para los estadounidenses de clase trabajadora y perjudicaría a las empresas estadounidenses".
Esta propuesta se produce en medio de un ambiente político en el que la popularidad del presidente Joe Biden está disminuyendo entre los votantes sin títulos universitarios y los que se encuentran en los tramos de ingresos más bajos.
Los aranceles fueron un aspecto significativo de la presidencia de Trump, en particular sobre las importaciones chinas, donde estableció aranceles de hasta el 25%.
Críticas y escepticismo sobre la propuesta
Analistas políticos y expertos económicos expresaron su escepticismo sobre la propuesta de Trump. La Tax Foundation, una organización de investigación no partidista, informó de que los nuevos aranceles probablemente perjudicarían a los estadounidenses de clase trabajadora al aumentar el coste de los bienes y perturbar las relaciones comerciales internacionales.
Las críticas de Yellen reflejan una preocupación más amplia entre los responsables de la política económica sobre las posibles consecuencias de depender en gran medida de los aranceles.
Aunque esta estrategia podría generar ingresos, también podría provocar un aumento de los precios al consumo, una reducción del poder adquisitivo y tensiones en las operaciones comerciales.
Mientras continúan las discusiones, la idea de Trump agito el debate político y provocó un examen más amplio de la política fiscal y la estrategia económica de Estados Unidos.
Tanto demócratas como republicanos están considerando las implicaciones, y muchos advierten contra cambios drásticos que podrían perjudicar a la economía.