En el Near West Side de Chicago, Jaimaniamir Rivera, un niño de 7 años, murió tras recibir una bala perdida. El incidente ocurrió en los apartamentos Oakley Square, un complejo cerrado en la manzana 2300 del bulevar West Jackson, sobre las 3 de la tarde del martes, según el superintendente de la policía de Chicago Larry Snelling.
Jaimaniamir estaba visitando a un vecino cuando quedó atrapado en el fuego cruzado de un tiroteo lejano. La bala le alcanzó en el pecho, lo que provocó una carrera contrarreloj. Los agentes que se encontraban en el lugar de los hechos aplicaron inmediatamente presión sobre la herida y trasladaron a Rivera al hospital Stroger en la parte trasera de su coche patrulla. A pesar de sus esfuerzos, al niño se le declaró muerto en el hospital.
"Esto es insoportable e inaceptable para todos en nuestra ciudad", dijo el superintendente Snelling. Familiares y seres queridos se congregaron frente al hospital.
No era el objetivo
Las autoridades creen que Rivera no era el objetivo previsto. "Esto parece ser un acto al azar", declaró Snelling, añadiendo que los detectives están sondeando el vecindario en busca de pruebas o grabaciones de vídeo para identificar al tirador.
La vecina Ethiopia Jackson expresó la indignación de la comunidad por el fallecimiento del niño de 7 años. "Esto es una locura. Quienquiera que haya disparado, acaba de llevarse al hijo de alguien, que no tenía nada que ver con lo que sea que esté pasando aquí", dijo a ABC7.
Violencia desatada
Durante el fin de semana, la violencia se recrudeció en Chicago, con 70 individuos tiroteados, nueve de ellos mortalmente, entre el viernes y el lunes, a los que se suma este niño de 7 años. "El dolor en esta ciudad se ha vuelto insoportable. Los actos de violencia que han asolado nuestra ciudad durante tanto tiempo han llegado a un punto de ruptura", declaró el alcalde Brandon Johnson.
El superintendente Snelling hizo hincapié en la necesidad de actuar. "Tenemos que reflexionar sobre quiénes somos como sociedad cuando nuestros hijos son tiroteados en la calle", dijo. Aseguró al público que las fuerzas del orden no descansarán hasta que se haga justicia. "No descansaremos hasta que hagamos justicia en este caso. Y no es sólo este caso. Vemos que esto les ocurre con demasiada frecuencia a nuestros niños".
Snelling informó de que desde principios de 2024, 127 menores han sido víctimas de la violencia armada en Chicago, con 17 víctimas mortales.
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