El gobierno del presidente Joe Biden anunciado la asignación de $850 millones en subvenciones para reducir las emisiones de gas metano, en el marco de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), una normativa que busca -entre varias cosas- la reducción de gases de efecto invernadero en torno al 50%.
Según detalla el diario The Hills, los fondos estarán disponibles en tres categorías que abarcan la reducción de emisiones de pozos petroleros activos, la mitigación de fugas en otros equipos como motores, y la mejora del monitoreo de fugas en comunidades cercanas a instalaciones petroleras y plantas de gas, con una atención especial en zonas de bajos ingresos.
¿Qué busca la medida?
El subsecretario de Energía, David Turk, aseguró que las subvenciones apoyarán proyectos en 14 estados. Estas acciones buscan no solo cumplir con las normativas federales de emisiones, sino también proporcionar datos precisos y transparentes para las comunidades afectadas.
La administradora adjunta de la Agencia de Protección Ambiental, Janet McCabe, indicó que estos fondos serán beneficiosos para los operadores más pequeños, permitiéndoles cumplir mejor con las reglas federales.
Beneficios que trae luchar contra las emisiones de metano
McCabe, por su parte, señaló que el esfuerzo reducirá ineficiencias en las operaciones de petróleo y gas de EEUU, creará nuevos empleos en el sector energético y en comunidades desfavorecidas, y ayudará a cumplir los ambiciosos objetivos climáticos y de aire limpio del país.
En ese sentido, vinculó los esfuerzos de reducción de emisiones de la administración con los efectos del cambio climático, mencionando fenómenos recientes como las olas de calor en el noreste y el récord de temperaturas en California.
El metano facilita el calentamiento global
"Esta misma semana, el noreste está experimentando otro domo de calor y hace unas semanas California experimenta temperaturas récord. Hemos visto un aumento en las enfermedades y muertes relacionadas con el calor en todo el sur de los Estados Unidos", dijo.
Subrayó que reducir las emisiones de metano es una de las acciones más críticas que Estados Unidos puede tomar a corto plazo para frenar el ritmo del cambio climático y proteger la salud de las comunidades.
El metano, que representa aproximadamente un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, es significativamente más potente para atrapar el calor en la atmósfera en comparación con el dióxido de carbono, aunque persiste menos tiempo.