En una misión, una sonda espacial china recogió muestras minerales de la cara oculta de la Luna. Según informes preliminares, estas muestras datan de hace 2,5 millones de años.
La misión pretende mejorar nuestra comprensión de los minerales lunares de ambas caras del único satélite natural de la Tierra.
La Administración Espacial Nacional de China (CNSA) anunció el éxito de la misión. La sonda aterrizó en la cuenca del Polo Sur Lunar Aitken, una zona conocida por su terreno accidentado. Este logro tiene importancia científica, ya que marca la primera recogida de material de la humanidad en la cara oculta de la Luna.
Análisis de muestras minerales encontradas en la Luna
Los primeros análisis de las muestras minerales indican que tienen aproximadamente 2,5 millones de años. Este material antiguo ofrece a los investigadores datos de un valor incalculable.
Comprender la composición de los minerales puede desvelar secretos sobre la historia geológica de la Luna y su trayectoria evolutiva.
La misión refleja la creciente ambición de China en la exploración espacial. Al aventurarse en regiones lunares históricamente inexploradas, la CNSA pretende encabezar los avances en la ciencia lunar.
Los científicos esperan que estas nuevas muestras revelan conocimientos críticos sobre la formación de la Luna y los componentes de su corteza.
La sonda espacial que permitió la recolección de minerales en la Luna
El diseño de la sonda espacial le permitió navegar por el duro y accidentado paisaje lunar. Incorporó tecnologías avanzadas para recoger y preservar las muestras minerales, asegurando su integridad a su regreso a la Tierra.
Al llegar a la superficie lunar, la sonda empleó técnicas de perforación para extraer el material del subsuelo.
Expertos afirman que el estudio de minerales revelará desigualdades geológicas
Los expertos afirman que el estudio de los minerales de ambas caras de la Luna podría revelar disparidades geológicas entre la cara cercana y la lejana.
La cara cercana, visible desde la Tierra, presenta grandes llanuras oscuras formadas por antiguas erupciones volcánicas. En cambio, la cara lejana presenta una superficie fuertemente craterizada.
"Estamos entrando en una nueva era de la exploración lunar", declaró un responsable del CNSA. "Estas muestras de la cara oculta proporcionarán datos críticos que pueden remodelar nuestra comprensión de la ciencia lunar".