Una nueva encuesta de UnidosUS, una de las más importantes organizaciones hispanas del país, reveló cuáles son las principales preocupaciones económicas de los latinos, en medio de un contexto en que -señalan- se sienten apremiados por su situación financiera y por el hecho de “tienen dificultades para llegar a fin de mes”.
Se trata de un sondeo realizado a 1,200 latinos en California, Texas y Arizona, tres de los estados más representativos de la comunidad en el país. En ese sentido, la encuesta mostró que, a pesar de los modestos avances financieros, muchos latinos luchan con altas tasas, deudas y la imposibilidad de ahorrar.
El trabajo, hecho por BSP Research para UnidosUS y Oportun, una institución financiera centrada en la comunidad, exploró la situación financiera, con el objetivo de comprender las condiciones económicas que afectan a los 62 millones de latinos en Estados Unidos, especialmente en los estados con una importante población de ese origen.
Los latinos contribuyen significativamente a la economía estadounidense, generando $3.2 billones, lo que supone un aumento del 250% en la última década.
En California, Texas y Arizona, las contribuciones económicas latinas son de $680.000 millones, $465.000 millones y $73.000 millones, respectivamente.
La hipoteca: ¿la gran preocupación de los latinos?
A pesar de pequeños avances como las bajas tasas de desempleo, el aumento de los salarios de las personas con ingresos bajos y el descenso de la inflación, la ansiedad financiera persiste entre los latinos.
Eric Rodríguez, vicepresidente senior de Política y Defensa de UnidosUS, dijo que "los latinos siguen luchando por mantenerse a flote financieramente".
Por ejemplo, la encuesta reveló que al 52% de los encuestados les preocupa pagar el alquiler o la hipoteca el mes que viene.
El principal grupo afectado son aquellos que ganan menos de $29.000 al año, con el 65% de ellos expresando preocupación por los pagos de vivienda. Incluso entre los latinos que ganan más de $50.000 anuales, el 40% comparte esta sensación.
Inequidad bancaria, mayores gastos
Aunque la tasa de latinos no bancarizados descendió del 15% al 10% en los dos últimos años, sigue siendo alta en comparación con la media nacional del 4.5%.
Muchos miembros de la población latina recurren a productos financieros de alto riesgo para complementar los ingresos. Más de la mitad (56%) utilizó servicios como préstamos de día de pago (corto plazo), préstamos sobre el título del vehículo y préstamos personales de alto costo.

“Las estructuras democráticas pueden hacer que nuestro sistema bancario sea más equitativo”, señala el informe.
La educación, una prioridad costosa para los latinos
No es lo único: además, la deuda estudiantil afecta mucho a la comunidad, ya que el 53% de los prestatarios entró en aplazamiento o morosidad, mientras que el 19% dejó de pagar directamente sus préstamos.
La comunidad se enfrenta a continuos retos con las deudas y los costos de los productos financieros, con un 30% de los encuestados pagando comisiones por descubierto y un 25% con desembolsos en comisiones por retraso en el pago de las tarjetas de crédito.
“Estos resultados subrayan la necesidad de que la industria financiera haga más para reducir los costos y llegar a los consumidores marginados, y de que los formuladores de políticas aborden las preocupaciones económicas de los latinos y hagan más para consolidar los avances económicos de los últimos años”, agregó Rodríguez.
La imposibilidad de ahorrar: un problema para el futuro
Las presiones de la deuda dificultan significativamente la capacidad de los latinos para ahorrar para las necesidades esenciales. Entre los que tienen préstamos, el 69% afirma que la deuda afecta a sus ahorros para la jubilación, y el 51% informa que repercute en su capacidad para hacerle frente a la atención sanitaria.
Además, el 62% de los encuestados tiene ahorrados 400 dólares o menos para emergencias, lo que deja ver claramente una falta de preparación y educación financiera.
Los ahorros para el retiro también suponen una preocupación. Entre los encuestados de 40 años o más, el 47% tiene ahorrados $40,000 o menos, lo que indica importantes lagunas en la planificación financiera a largo plazo dentro de los latinos.
Datos de la economía que preocupan a los latinos
A las preocupaciones con las que tienen que lidiar los latinos en el día a día, se suma otros datos de la economía estadounidense que agrega un peso importante a la comunidad y a la sociedad en general.
Por ejemplo, la aspiración de ser propietario de una vivienda elude cada vez más a muchas familias a medida que se disparan los precios de los inmuebles.
Un reporte de NBC News mostró que el precio de la vivienda en el 89% de los condados de EEUU es en promedio $70.000 superior a lo que puede permitirse el comprador de vivienda típico.
Por eso, en 2019, el 90% de las familias podía comprar una casa. Ahora solo 6 de cada 10 pueden hacerlo. El panorama no es alentador: según analistas del Bank of America -reseñados por CNBC, no habrá una recuperación significativa del sector hasta al menos 2026.
La tasa hipotecaria, que es lo que le preocupa a más de la mitad de los latinos, escaló a niveles históricos en los últimos años.
Los compradores de la época de la pandemia disfrutaban de tipos hipotecarios en torno al 3%, pero con los tipos actuales a 30 años cercanos al 7%, vender sus casas ahora significa enfrentarse a tasas significativamente más altas.
Gastos que se suman a la hipoteca
Un estudio reciente de Bankrate revela que los futuros propietarios se enfrentan a algo más que a los pagos de la hipoteca y los desembolsos son cada vez más altos, lo que dificulta el sueño de la casa propia.
Según la consultora, la carga financiera se extiende a los impuestos sobre la propiedad, el seguro de la vivienda, el mantenimiento y las facturas energéticas.
Se trata de un cambio significativo en el mercado de la vivienda, donde los costos externos más allá de los pagos mensuales de la hipoteca se convierten en factores críticos del acceso a la vivienda.
Los impuestos sobre la propiedad, determinados por los gobiernos locales, varían pero tienen un impacto constante en el presupuesto de un hogar. Del mismo modo, el seguro del propietario, vital para proteger la vivienda de diversos riesgos, agrega otra carga.
El mantenimiento y las facturas energéticas juegan un rol importante: contribuyen a los gastos generales, especialmente en regiones con condiciones climáticas extremas que requieren un mayor uso de los servicios públicos.