El mal tiempo volvió a interrumpir el muelle construido por el ejército estadounidense y diseñado para entregar ayuda humanitaria a Gaza, según informaron el viernes funcionarios estadounidenses.
El Pentágono sigue sin estar seguro de volver a instalar la estructura hasta que confirmen que la ayuda puede llegar efectivamente a la población de Gaza.
Contratiempos del muelle temporal en Gaza
Este muelle temporal, destinado a atender las necesidades urgentes de Gaza, sufrió múltiples contratiempos desde su creación.
A pesar de haber facilitado la entrega de más de 19.4 millones de libras de alimentos, los problemas logísticos y de seguridad impiden su éxito total. La mayor parte de los alimentos entregados permanece en un patio de almacenamiento cercano, casi al límite de su capacidad, mientras las agencias de ayuda luchan por transportar los suministros más adentro de Gaza debido a los continuos ataques contra los convoyes humanitarios.
El 9 de junio se produjo un momento crítico cuando la ONU detuvo la distribución de suministros esenciales a través del muelle.
Esta pausa se produjo tras un incidente en el que el ejército israelí utilizó una zona cercana para evacuar a los rehenes tras una redada, lo que aumentó la preocupación por la seguridad de los trabajadores humanitarios de la ONU.
Steve Taravella, portavoz del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, confirmó que su participación en el proyecto del embarcadero sigue suspendida hasta que se resuelvan estos problemas de seguridad.
Críticas y desafíos del proyecto del muelle
Originalmente concebido como una medida temporal, el proyecto de muelle de $230 millones del presidente Biden se enfrentó a críticas. Las organizaciones de ayuda y algunos congresistas republicanos lo consideran una medida cara pero ineficaz, acosada por problemas prácticos y de seguridad, así como por las inclemencias del tiempo.
A los pocos días de su puesta en marcha, el mar embravecido obligó inicialmente a los militares a retirar el muelle para repararlo. Recientemente, la estructura fue desmontada de nuevo debido al fuerte oleaje y trasladada al puerto israelí de Ashdod.
Algunos funcionarios estadounidenses, que hablaron de forma anónima, señalaron que aunque los militares podrían volver a instalar el muelle una vez que mejore el tiempo, aún no se tomó una decisión definitiva.
La portavoz del Pentágono, Sabrina Singh, declaró: "Cuando el comandante decida que es el momento adecuado para reinstalar ese muelle, lo mantendremos informado al respecto".
Singh también destacó la necesidad de que llegue más ayuda a Chipre para su transporte al muelle, y añadió que la zona segura en tierra está "bastante cerca de estar llena". Continúan las conversaciones con las agencias de ayuda sobre la logística de distribución, añadió.
La preocupación por la escasez y la distribución surge en medio de un brutal conflicto entre Israel y Hamás, que lleva casi 9 meses. Estos combates provocan hambre generalizada y limitan el acceso a suministros esenciales como alimentos y medicinas.
Las restricciones fronterizas israelíes y los ataques a los convoyes de ayuda agravan estos problemas, limitando la ayuda humanitaria que llega a Gaza.
En este entorno de incertidumbre y violencia esporádica, el futuro del muelle temporal sigue siendo incierto. Los funcionarios estadounidenses siguen estudiando formas eficaces de garantizar que la ayuda llegue a los más necesitados sin exponer al personal militar a riesgos innecesarios.