Las acciones de Boeing suben un 3% tras comprar Spirit AeroSystems, un proveedor clave del que se separó en 2005.
Anunciada el lunes, la operación, totalmente en acciones, valora Spirit en $4.700 millones, lo que equivale a $37.25 por acción. Esta decisión se produce tras meses de intrincadas discusiones y una amplia planificación encaminada a reestructurar la reputación de Boeing en materia de seguridad.
Boeing compra Spirit AeroSystems por segunda vez
Al readquirir Spirit AeroSystems, Boeing reconoce errores pasados, como la venta de Spirit a capital privado en 2005 por $900 millones, que desestabilizó la cadena de suministro.
Reunir estas entidades permite a Boeing corregir estos errores del pasado. La transacción, por un valor aproximado de $8.300 millones, incluida la deuda neta de Spirit, señala un cambio estratégico operativo.
Dave Calhoun, presidente y consejero delegado de Boeing, declaró: "Creemos que este acuerdo es lo mejor para el público que vuela, para nuestros clientes de las aerolíneas, para los empleados de Spirit y Boeing, para nuestros accionistas y para el país en general."
Spirit AeroSystems fue parte integral de la construcción de aviones de Boeing, produciendo fuselajes para el 737 Max. Sin embargo, también suministra piezas a Airbus, lo que complica el acuerdo en el que las operaciones de Spirit relacionadas pasarán a manos de competidores europeos.
Airbus adquirirá las instalaciones de producción de Spirit en Carolina del Norte, Irlanda del Norte y Francia, lo que intensificará la competencia entre los rivales del sector aeroespacial.
A su vez, Spirit compensará a Airbus con $559 millones, lo que destaca sus entrelazados tratos comerciales. Boeing pretendía un pago mayor por los tratos de Spirit con Airbus, pero Spirit declinó comprometer fondos adicionales.
Problemas en Spirit AeroSystems
Spirit AeroSystems se enfrentó a problemas de control de calidad. Un incidente notable afectó a un 737 Max de Alaska Airways cuando el reventón de un tapón de la puerta poco después del despegue puso de manifiesto graves fallos en el control de calidad.
Este incidente llevó a Boeing a estacionar a sus empleados en las fábricas de Spirit para garantizar los estándares de fabricación.
Un denunciante contratista de Spirit reveló lagunas "catastróficas" en un componente crítico del 787 Dreamliner de Boeing. Estos y otros fallos de fabricación, incluidos los procesos no estándar en los fuselajes del 737 Max, aumentaron la necesidad de Boeing de actuar con decisión.
Para solucionar estos problemas, Boeing asignó fondos adicionales a Spirit, por un total de $455 millones a lo largo de 2024 y 2025, lo que refleja su interés en la mejora operativa de Spirit.
Acciones de Boeing
Tras la recompra las acciones de Boeing y Spirit AeroSystems subieron más del 3% cada una.
Spirit AeroSystems experimentó una subida del 5% en el precio de sus acciones, aunque se mantuvo por debajo de los $37.25 por acción estipulados, lo que indica el escepticismo de los inversores sobre la valoración futura de Boeing.
Mientras ambas compañías navegan por estas complejidades, las acciones de Boeing reflejan un esfuerzo más amplio de la industria para garantizar a los reguladores, a las aerolíneas y al público la seguridad de los aviones.