El primer ministro húngaro, Viktor Orban, realizó este martes una visita sorpresa a Kiev en la que abogó por un alto el fuego para acelerar las negociaciones de paz en medio del actual conflicto entre Rusia y Ucrania.
En esta visita, el primer viaje de Orban a Ucrania en más de una década, tendió la mano al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ofreciéndole apoyo para modernizar la economía ucraniana.
En una rueda de prensa, el presidente Zelenskyy expresó su gratitud por la visita de Orban, pero subrayó la necesidad de Ucrania de una "paz justa" tras más de 2 años de conflicto.
Zelenskyy agradeció el gesto de Orban, insinuando un cambio complejo pero potencialmente positivo en las relaciones diplomáticas.
Orban tiene la intención de comunicar sus conversaciones con Zelenskyy a los primeros ministros de la Unión Europea para que sirvan de base a decisiones europeas cruciales. Este anuncio tiene un peso significativo ahora que Hungría se prepara para asumir la presidencia rotatoria de la UE.
La visita de Orban se produce en medio de una relación algo tensa de Hungría tanto con la UE como con Ucrania, debido principalmente a los lazos amistosos de Budapest con Moscú.
Hungría bloqueó y retrasado las iniciativas de la UE para apoyar a Ucrania, incluidas las sanciones contra Rusia. Estas acciones provocaron tensiones en el seno de la UE y entre Hungría y Ucrania.
Además, Hungría expresó su descontento con Ucrania por el trato que reciben unos 150.000 húngaros étnicos en la región occidental de Ucrania. Aunque Kiev niega estas acusaciones, prometió abordar las preocupaciones de Hungría en la medida de lo posible.
Compromiso con la resolución del conflicto
En un contexto más amplio, Zelenskyy está elaborando actualmente un plan integral para resolver la guerra con Rusia, que se encuentra ya en su tercer año.
Esta estrategia se alinea con los llamamientos internacionales en favor de la paz, incluida la reciente petición de Orban de un rápido alto el fuego para iniciar las negociaciones de paz.
La inesperada visita de Orban y su llamamiento a un alto el fuego ponen de relieve las complejidades y la dinámica cambiante de la diplomacia europea mientras continúa el conflicto entre Rusia y Ucrania.