En Texas se despertaron agitados el lunes cuando el huracán Beryl se estrelló contra la costa cerca de Matagorda. Esta tormenta de categoría 1 desató una peligrosa marejada y fuertes vientos, dejando sin electricidad a más de 750.000 hogares y empresas.
A las 4:00 a.m., Beryl tocó tierra con vientos de 80 mph, desplazándose hacia el norte a 12 mph. El Servicio Meteorológico Nacional informó que el centro del huracán se posicionó aproximadamente a 85 millas al suroeste de Houston durante su poderosa entrada.
Houston experimentó repercusiones inmediatas, incluida la crecida de las aguas que cerraron múltiples carreteras. La ciudad se encontró bajo nuevas advertencias de inundación a medida que Beryl se intensificaba.
Antes del amanecer, CenterPoint Energy confirmó más de 750.000 cortes de electricidad, principalmente en Houston y sus alrededores.
Esto agravó una situación ya de por sí difícil, con más de 1.000 cancelaciones de vuelos en los aeropuertos de la ciudad, según datos de FlightAware.
Huracán Beryl en Texas
El viaje de Beryl incluyó intensificaciones dramáticas. Tras pasar por partes de México y el Caribe, la tormenta recuperó fuerza de huracán a última hora del domingo.
Jack Beven, del Centro Nacional de Huracanes, declaró: "Beryl se está desplazando hacia el interior, pero éste aún no es el final de la historia", indicando que el este de Texas podría enfrentarse a condiciones más severas a medida que avance la tormenta.
Las advertencias continuaban desde Mesquite Bay hasta Port Bolivar, y los meteorólogos predijeron que Beryl se debilitaría hasta convertirse en tormenta tropical el lunes por la noche y en depresión el martes. Se espera que su trayectoria atraviese el este de Texas y se extienda hacia la parte baja de los valles del Mississippi y del Ohio.
Las autoridades locales expresaron su preocupación por los esfuerzos de evacuación. El vicegobernador en funciones, Dan Patrick, reveló: "Las carreteras que salen de la costa siguen verdes en los mapas, lo que dispara la preocupación".
El alcance expansivo de Beryl, con vientos de tormenta tropical que se extienden 115 millas desde el centro, provocó advertencias adicionales para la parte media, alta y este de Texas, Arkansas y más allá. El potencial de inundaciones repentinas y lluvias incesantes seguía siendo alto, especialmente preocupante dado el impacto de las tormentas recientes en la zona.
El paso de Beryl recordó a muchos el del huracán Harvey en 2017. Aunque menos potente, Beryl aún conllevaba un potencial de importantes marejadas ciclónicas y lluvias torrenciales. Los expertos relacionaron la rápida intensificación de la tormenta con las aguas inusualmente cálidas del Atlántico, lo que sugiere que se avecina una temporada más turbulenta.
La Casa Blanca anunció medidas de la FEMA, desplegando personal de emergencia y suministros esenciales a lo largo de la costa. Los gobiernos locales instaron a residentes y visitantes a evacuar las zonas bajas y vulnerables.