Los ataques rusos con misiles contra varias ciudades ucranianas, incluida Kiev, causaron al menos 22 muertos y 68 heridos, según las autoridades ucranianas. Entre los lugares afectados se encontraba un hospital infantil.
El inusual ataque diurno alcanzó varias ciudades, como Kiev, Dnipro, Kryvyi Rih, Slovyansk y Kramatorsk, en hora punta. Este ataque coordinado intensificó el conflicto, afectando gravemente a la población civil.
El Hospital Okhmatdyt de Kiev, el mayor centro médico infantil de Ucrania, resultó gravemente afectado. Este centro realiza alrededor de 7.000 cirugías al año y trata casos pediátricos críticos, incluido el cáncer. Dmytro Lubinets, Defensor de los Derechos Humanos de Ucrania, destacó el papel crucial del hospital.
Hospital infantil fue afectado por los ataques con misiles a Ucrania
Imágenes del Hospital Okhmatdyt mostraron a voluntarios y personal de seguridad entre escombros y humo. El personal trasladó rápidamente a los niños a un lugar seguro, mientras los departamentos de cuidados intensivos, oncología y cirugía sufrían daños.
El ministro de Sanidad, Viktor Liashko, señaló que la tarea principal era rescatar a los supervivientes atrapados bajo los escombros.
La enfermera jefe Natalia Sardudinova describió la escena como aterradora pero a la que se podía sobrevivir. Relató que había ventanas rotas y pasillos llenos de humo, y que el personal evacuaba a los niños tras las operaciones. Sardudinova detalló el caos afirmando: "Todo estaba lleno de humo, no había aire para respirar".
El presidente Volodymyr Zelensky destacó las operaciones de rescate en curso
El presidente Volodymyr Zelensky destacó las operaciones de rescate en curso, declarando: "Hay gente bajo los escombros". Zelensky instó a la acción mundial para detener la violencia, haciendo referencia a los daños sufridos por las infraestructuras residenciales y médicas.
El ministro de Defensa, Rustem Umerov, informó del lanzamiento desde Rusia de unos 40 misiles, incluidos misiles de crucero Kalibr y misiles aerobalísticos Kinzhal. Pidió un mayor apoyo de defensa aérea a los socios internacionales.
Varias naciones europeas consideraron los ataques cómo "depravados"
En respuesta, varias naciones europeas condenaron los ataques. Francia calificó el ataque de "bárbaro" y el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, calificó de "depravado" apuntar a niños. El ministerio de Asuntos Exteriores francés exigió responsabilidades, calificando el ataque de crimen de guerra.
Desde la invasión a gran escala de Rusia, la Organización Mundial de la Salud documentó más de 1.600 ataques contra instalaciones médicas ucranianas, que causaron 141 muertes.
