Las futuras madres suelen atravesar el embarazo llenas de esperanza, pero también se enfrentan a riesgos, entre ellos se encuentra la preeclampsia, un trastorno de hipertensión arterial conocido por atacar sin previo aviso durante el embarazo.
Cada año, la preeclampsia se cobra la vida de 70,000 mujeres y medio millón de bebés en todo el mundo. Sin embargo, se están logrando avances significativos en la predicción y el control de la preeclampsia gracias a innovadores análisis de sangre.
"Cuando algo malo sucede en el embarazo, uno quiere detectarlo pronto para poder evitar resultados adversos para la madre y el bebé", dijo el doctor S. Ananth Karumanchi, del Cedars-Sinai de Los Ángeles.
Estos nuevos análisis de sangre prometen dar a los médicos una alerta precoz sobre la preeclampsia, un trastorno para el que antes no existían alertas preventivas.
No se conocen las causas exactas de la preeclampsia
La preeclampsia afecta tanto a la madre como al bebé y puede aparecer al final del embarazo o en el periodo posparto.
Aunque las causas exactas siguen siendo elusivas, los signos incluyen hipertensión, proteínas en la orina, fuertes dolores de cabeza, cambios visuales, náuseas e hinchazón repentina de la cara y las manos.
La progresión de la preeclampsia puede provocar complicaciones graves como daños en los órganos, derrames cerebrales, partos prematuros y restricción del crecimiento fetal.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) aconseja a las pacientes embarazadas con factores de riesgo específicos -como hipertensión crónica, diabetes preexistente o enfermedad renal- que tomen dosis bajas de aspirina como medida preventiva.
Con ello se pretende controlar la preeclampsia hasta que el bebé pueda nacer con seguridad, ya que los casos graves requieren hospitalización y diversas intervenciones médicas.
¿Cómo ayudan estos análisis de sangre de última generación a la gestión de la preeclampsia?
Las nuevas pruebas identifican "biomarcadores" en la sangre, que proporcionan indicadores mensurables del estado del organismo en un momento dado. Entre ellas destaca una prueba de Labcorp, realizada entre las semanas 11 y 14 de gestación, que evalúa cuatro biomarcadores tempranos del embarazo para calibrar el riesgo de preeclampsia antes de las 34 semanas.
Otras pruebas de Labcorp y Thermo Fisher Scientific se utilizan más adelante en el embarazo para evaluar el riesgo de preeclampsia grave en pocas semanas.
Eleni Tsigas, directora general de la Fundación para la Preeclampsia, una organización sin ánimo de lucro, aboga por estas pruebas basándose en su experiencia personal. Perdió un bebé y casi su propia vida por una preeclampsia no diagnosticada hace dos décadas y volvió a enfrentarse a esta afección en su segundo embarazo.
"Estas pruebas representan un avance emocionante, especialmente en un campo en el que apenas se han introducido novedades en décadas", señaló.
Estas pruebas proporcionan una información fundamental a los médicos, permitiéndoles controlar y supervisar a las pacientes de alto riesgo con mayor eficacia.
Aunque no existe una terapia inmediata, saber quién está en situación de alto riesgo permite un seguimiento y unas intervenciones más frecuentes, sentando potencialmente las bases para nuevos tratamientos y medidas preventivas.