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Los estadounidenses creen que necesitan $186,000 para vivir tranquilamente: ¿Es real esa cifra?

Muchas veces las aspiraciones de la población contrastan con los datos fríos de la realidad

Los estadounidenses creen que necesitan al menos $186.000 anuales para vivir cómodamente

Una encuesta de la consultora Bankrate publicada a princpios de julio reveló una cruda perspectiva sobre la inseguridad económica en Estados Unidos: la gran mayoría de los estadounidenses considera que necesita ingresos anuales de más de $186,000 para alcanzar la tranquilidad financiera, una cifra que contrasta fuertemente con el salario medio de un trabajador a tiempo completo, que es de apenas $79,000.

Estos datos se obtuvieron de la Encuesta anual sobre Libertad Financiera de la consultora, que pone de manifiesto una brecha cada vez mayor entre las aspiraciones y la realidad en el panorama financiero estadounidense.

El sondeo muestra que el monto varía según la demografía: los hombres consideran necesario un ingreso más alto que las mujeres, $197.000 frente a $176.000, respectivamente.

Los estadounidenses no tienen esperanza de ganar mejor

Según Bankrate, resulta alarmante que sólo el 6% de los estadounidenses crea que actualmente obtiene los ingresos necesarios para sentirse seguro. Por el contrario, el 31% piensa que es poco probable que alguna vez alcance ese nivel de ingresos, y el 18% está convencido que nunca lo hará.

Este sentimiento predominante deja ver una frustración marcada a la hora de mantener la estabilidad financiera mientras los costos de vida siguen aumentando. Si bien la inflación parece haberse estabilizado, los precios de bienes como la vivienda y la comida rápida siguen causando preocupación.

La definición de éxito financiero para la mayoría de los estadounidenses ha cambiado significativamente. En lugar de aspirar a la opulencia, aspiran a la comodidad y a la capacidad de estar preparados financieramente para circunstancias imprevistas. Sin embargo, a pesar de estos modestos objetivos, muchos no se consideran financieramente exitosos.

Todo cambió con la pandemia: en especial la inflación

Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales muestran que los precios aumentaron casi un 21% desde que comenzó la pandemia, lo que supone un gasto adicional de $210 por cada $1,000 gastados anteriormente en bienes y servicios.

Estos costos crecientes, unidos a las cargas financieras a largo plazo, como la vivienda y la matrícula universitaria, tensaron aún más los bolsillos de los estadounidenses.

De acuerdo con Mark Hamrick, analista económico senior de Bankrate, "muchos estadounidenses están atrapados entre el continuo shock de los precios elevados, la falta de aumento de los ingresos y la sensación de que sus esperanzas y sueños están fuera de contacto con sus capacidades financieras".

Un escenario crítico: la encuesta refleja una creciente sensación de inseguridad financiera entre los estadounidenses.

Cayó la seguridad financiera para los estadounidenses

En 2024, sólo el 25% de los encuestados se describieron a sí mismos como completamente seguros desde el punto de vista financiero, un descenso respecto al 28% de 2023. Además, el 75% declaró sentirse financieramente inseguro, y el 30% aceptó la probabilidad de no alcanzar nunca la seguridad financiera.

Curiosamente, las personas con títulos de posgrado y mayores ingresos declararon una mayor seguridad financiera en comparación con sus homólogos con menores ingresos.

Por ejemplo, el 45% de las personas que ganan $100,000 o más se sentían seguras, frente al 43% de las que ganaban menos de $50,000 que creían que nunca alcanzarían la estabilidad financiera.

Optimismo en los jóvenes

La brecha generacional en la seguridad financiera también es notable. Los miembros de la Generación Z, entre 18 y 27 años, eran los más optimistas sobre su futuro financiero, con un 64% que creía que acabaría alcanzando la seguridad.

Los baby boomers, de 60 a 78 años, fueron los más pesimistas, con un 42% que pensaba que nunca alcanzaría la estabilidad financiera.

Más datos de la encuesta de Bankrate

Las disparidades regionales también reflejan este escenario. Los habitantes de sur del país eran los más propensos a sentir que nunca alcanzarían la seguridad financiera, con cifras que aumentaron del 24% en 2023 al 35% en 2024.

Los hombres eran más propensos a sentirse financieramente seguros que las mujeres, lo que sigue reflejando las disparidades de género en los ingresos y el ahorro.

“El mensaje en Estados Unidos suele inclinarse mucho más hacia un llamado a gastar, no tanto para ahorrar o vivir por debajo de sus posibilidades”, dice Hamrick.

“El resultado es que demasiados estadounidenses no ahorran lo suficiente para las emergencias y la jubilación. No hay duda de que la inflación y los precios elevados, así como las demandas cambiantes de los costos asociados con el pago de la educación superior, la atención médica y la jubilación, lo han hecho más desafiante”.

Para que los estadounidenses se sientan ricos, el punto de referencia aumenta significativamente.

El encuestado medio indicó que necesitaría ingresos anuales de $520,000, un aumento respecto a los $483,000 de 2023.

El lugar donde viven los estadounidenses influye

De nuevo, los desgloses demográficos revelan que los estadounidenses de raza negra son los que consideran que necesitan los ingresos más elevados, con $282,000 de media, para sentirse cómodos, una cifra muy superior a la de sus homólogos blancos e hispanos.

"Si los precios continúan normalizándose y el mercado laboral se mantiene estable, se podrán recuperar nuevos avances", agregó Hamrick.

La capacidad de vivir cómodamente en EEUU depende del tamaño del hogar y la ubicación. SmartAsset, utilizando datos de la Calculadora de Salario Digno del MIT y siguiendo la regla de presupuesto 50/30/20, determinó que las áreas más accesibles se encuentran en el sur y el medio oeste, mientras que las costas resultan ser más caras.

El presupuesto denominado 50/30/20 distribuye los ingresos en necesidades básicas (50%), gastos discrecionales (30%) y ahorros o inversiones (20%). Aquel que pueda hacer esta distribución se considera que podría vivir cómodamente.

La metodología se basa en la premisa de que una distribución equilibrada de los ingresos puede facilitar una vida sin problemas para el individuo promedio.

Además, toma información de la Calculadora de Salario Digno del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que determinó el ingreso necesario para vivir de manera cómoda en distintos estados del país con y sin hijos.

Esto abarca gastos de casa, alimentación, transporte, impuestos y otros ítems esenciales. La vivienda se destaca como el principal gasto, seguido por costos extra en alimentación y entretenimiento.

Los lugares más caros del país

Massachusetts es el estado más costoso, donde se necesita un ingreso promedio de poco más de $116,000 anuales. Nueva York destaca entre las ciudades más caras con un ingreso necesario de aproximadamente $138,500.

Aunque estos ingresos son menores a los $186,000 mencionados por los encuestados de Bankrate, estos serían para un solo asalariado. En hogares con dos adultos trabajando y dos niños, los ingresos necesarios aumentan significativamente en la mayoría de las localidades.

Sólo dos estados, Arkansas y Mississippi, muestran que el ingreso necesario para que una familia de cuatro personas viva cómodamente es inferior a los $186,000 deseados. En Texas, ciudades como Houston, Laredo, El Paso y Lubbock también están por debajo de ese umbral.

Una familia de cuatro necesitaría ganar alrededor de $235,000 anuales para evitar vivir de cheque en cheque, según el análisis de SmartAsset. Solo un 6% de los encuestados de Bankrate afirmó ganar actualmente este nivel de ingresos anuales, y un 18% sostuvo que nunca alcanzará tal ingreso para vivir cómodamente.

Los estadounidenses necesitan trabajar mucho para vivir mejor

Otro dato que contrasta con la creencia popular: según una encuesta bancaria reseñada por Telemundo y NBC News, los estadounidenses tienen un segundo empleo para poder pagar sus cuentas.

Las personas usan ese dinero del segundo empleo para solventar gastos de comida o gasolina. Un 30% ahorra ese dinero y un 20% lo utiliza para el pago de deudas.

“Nuestra cultura es una en la que se presta mucha atención a las posesiones materiales, y eso no tiende a prestarse a una vida satisfactoria", dice Hamrick.

"Gastar de más en una casa más grande, un automóvil elegante o ropa innecesaria, productos electrónicos de consumo, etc. no es parte de un plan de juego ganador".

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