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¿Qué falló por parte del Servicio Secreto y la Policía de Pensilvania en el atentado a Trump?

Los organismos de seguridad cometieron una serie de errores y por ahora nadie asume la responsabilidad del intento de magnicidio

El expresidente Trump luego de ser herido (EFE/EPA/DAVID MAXWELL)

El expresidente Donald Trump resultó herido en un acto público en Butler, Pensilvania, debido a fallas graves en, lo que para muchos, fue el peor operativo de seguridad por parte del Servicio Secreto en más de 40 años.

Si bien el organismo admitió errores propios, también señaló a la Policía local como responsable de lo ocurrido, por lo que ahora todo se transformó en un sinfín de acusaciones cruzadas y todavía pocas respuestas.

El incidente ocurrió cuando un hombre armado, identificado como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, disparó desde un techo que no estaba dentro del perímetro de seguridad designado por el Servicio Secreto, permitiéndole alcanzar a Trump y herirlo levemente en la oreja. Además, el ataque resultó en la muerte de un asistente al evento y lesiones a otros dos.

Por muy poco, el mitin del sábado estuvo a punto de convertirse en una tragedia de magnitudes inimaginables.

El atentado a Trump y las acusaciones cruzadas

El incidente, considerado "inaceptable" por la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, la somete en este momento a un intenso escrutinio de la opinión pública, mientras siguen las investigaciones sobre cómo pudo producirse semejante fallo de seguridad.

En declaraciones a ABC News, Cheatle reconoció la gravedad de la situación y declaró que "la responsabilidad es suya". A pesar de la creciente presión, aclaró que no renunciaría a su cargo. "Fue inaceptable y es algo que no debería volver a ocurrir", recalcó.

Sin embargo, la funcionaria afirmó que la policía local estaba posicionada dentro del edificio desde el que disparó el hombre armado, y que era su deber asegurar la estructura, a unos 120 o 150 metros del escenario del mitin de Trump.

"Había policías locales en ese edificio - había policías locales en la zona que eran responsables del perímetro exterior del edificio", subrayó.

Una fuente de la CNN conocedora de la investigación confirmó que había francotiradores apostados en el interior del edificio. De hecho, la Unidad de Servicios de Emergencia del condado de Butler envió un equipo de francotiradores para vigilar desde el segundo piso a la multitud congregada en el mitin.

Sin embargo, un antiguo agente del Servicio Secreto criticó las declaraciones de Cheatle. "El Servicio es responsable de todo, no sólo del perímetro interior. Deberían asegurarse de que todo está cubierto", dijo.

La Policía local se defiende

Patrick Yoes, presidente de la Orden Fraternal de Policía, defendió la actuación de los agentes locales y federales, destacando su esfuerzo.

"Pasara lo que pasara en Butler, esto no fue un fallo de los agentes locales, estatales o federales sobre el terreno que respondieron a los disparos contra el ex presidente Trump", declaró Yoes.

"Se trata de un fracaso a nivel de dirección o de mando que no aseguraron una debilidad obvia en la seguridad de este evento", dijo.

Jim Pasco, director ejecutivo de la Orden Fraternal de Policía, advirtió que las declaraciones públicas del Servicio Secreto podrían erosionar la confianza fundacional entre ellos y los agentes locales.

"Esto es una especie de traición por parte de la dirección del Servicio Secreto a los valientes hombres y mujeres que salen ahí fuera y hacen un trabajo profesional extraordinariamente bueno todos los días", lamentó Pasco.

El teniente coronel de la policía estatal de Pensilvania, George Bivens, dijo en una rueda de prensa que el Servicio Secreto dirige habitualmente este tipo de operaciones de seguridad, pero colabora estrechamente con las agencias locales.

El Servicio Secreto contraataca

Un portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, reconoció que la agencia no barrió el edificio donde Crooks se posicionó y efectuó los disparos. Según él, correspondía a las fuerzas de seguridad locales garantizar la seguridad del edificio.

Los testigos observaron al pistolero en el tejado casi dos minutos antes de los disparos, un detalle corroborado por un análisis de la CNN de las imágenes de vídeo disponibles.

El incidente provocó una revisión para determinar si la dirección del Servicio Secreto empleó los recursos y el personal adecuados y si la policía local mantuvo con eficacia las responsabilidades que le habían sido asignadas.

El portavoz del organismo afirmó al Wall Street Journal que el edificio, propiedad de AGR International, estaba fuera del perímetro de seguridad del evento, y que las autoridades locales eran las responsables de su vigilancia.

Apoyo de Biden

Por su parte, el presidente Joe Biden ratificó su confianza en el Servicio Secreto y comentó que su rápida actuación durante el intento de asesinato era encomiable.

También reconoció el importante papel de las fuerzas del orden locales en el cuidado del expresidente durante este tipo de acontecimientos.

El oficial que pudo haber evitado el ataque a Trump

Un oficial de la policía local fue llevado por su compañero al techo del edificio donde vio a un hombre armado momentos antes del inicio del tiroteo, según dijo el sheriff del condado, Michael Slupe, contar cómo el agente vio a Crooks e intentó intervenir.

Sin embargo, el arma del agente funcionó mal. El tirador se percató de la presencia del agente y apuntó con su rifle. Luego abrió fuego hacia Trump, que se encontraba a unos 150 metros de distancia.

Según el diario USA Today, antes del tiroteo, Crooks supuestamente compró una escalera y mostró un comportamiento inusual, lo que llevó a los asistentes al mitin a alertar a los agentes locales. A pesar de estas advertencias, se produjo la tragedia.

¿Irán, detrás del ataque a Trump?

Las autoridades estadounidenses recibieron información de inteligencia sobre un posible complot de asesinato dirigido por Irán contra el expresidente Donald Trump semanas antes del tiroteo en el mitin del sábado, según informe de CNN.

Los datos aportados el organismo revelaban importantes preocupaciones sobre la seguridad del candidato presidencial de alto perfil durante el evento de Butler, Pensilvania. Aunque aun no encuentran vínculos entre el tirador e Irán, la advertencia anticipada expone las discrepancias en el nivel de protección ofrecido a Trump.

La campaña de Trump no hizo comentarios sobre su conocimiento de la amenaza. La Misión Permanente de la República Islámica de Irán ante las Naciones Unidas negó que exista un complot iraní para asesinar a Trump.

“Estas acusaciones no tienen fundamento y son maliciosas. Desde la perspectiva de la República Islámica de Irán, Trump es un criminal que debe ser procesado y castigado en un tribunal de justicia por ordenar el asesinato del general Soleimani. Irán eligió el camino legal para llevarlo ante la justicia”, dijo a CNN un portavoz de la misión.

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