Los tampones han sido la opción preferida para el cuidado menstrual desde su debut en la década de 1930. A pesar de las alternativas emergentes como las copas menstruales, las compresas reutilizables y la ropa interior especializada, el 80% de las personas que menstrúan siguen eligiendo los tampones.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Berkeley publicado el 10 de julio encontró metales tóxicos como el plomo y el arsénico en los tampones que se venden en Estados Unidos y Europa.
Concentraciones más altas de un metal en comparación a otros
La investigadora principal, Jenni A. Shearston, Ph.D., observó que ninguna marca específica de tampones mostraba sistemáticamente concentraciones más bajas de estos metales.
"Algunos tampones tenían concentraciones más altas de un metal y más bajas de otro", explicó Shearston. "No encontramos ningún tampón que pareciera tener concentraciones uniformemente más bajas de todos los metales".
El interés por los contaminantes de los tampones ha crecido debido a la escasez de investigaciones. "La menstruación ha sido históricamente un tema tabú", añadió Shearston. "Este estigma social también ha influido en la investigación científica".
Por otro lado, el doctor Mitchell Kramer, catedrático de obstetricia y ginecología del Huntington Hospital Northwell Health, elogió el estudio como un esfuerzo pionero. Instó a los fabricantes de tampones a aumentar las pruebas de sus productos.
"Necesitamos más evaluaciones", subrayó Kramer. "Esta investigación podría tener un impacto significativo en la producción y la seguridad de los tampones".
Riesgos para la salud de las mujeres
El estudio expuso los riesgos para la salud de las mujeres relacionados con la exposición a metales en los tampones.
La doctora Jennifer Lincoln, autora de “Hablemos de ahí abajo”, señaló: "No sabemos si estos metales se absorben por vía vaginal, lo que es esencial para preocuparse por la exposición".
La investigación del equipo de la UC Berkeley, publicada en la revista Environment International, examinó 30 tampones de 14 marcas. Detectaron concentraciones medibles de 16 metales, incluidos los tóxicos como el plomo y el arsénico, en todas las muestras.
Lo que debes saber: los resultados no llegan a declarar que los tampones sean inseguros. "Necesitamos más información", subrayó Shearston. "La gente no debe dejarse llevar por el pánico, sino apoyar nuevas investigaciones sobre los productos menstruales y la menstruación en general".
Los hallazgos de la investigación
Los niveles de metales detectados en la investigación variaban según el tipo de producto, el lugar de compra y si eran genéricos o de marca. "Los tampones orgánicos mostraron niveles más altos de arsénico, mientras que los convencionales tenían más plomo", dijo Lincoln.
Las pruebas ciegas del estudio dejan sin identificar marcas concretas, para frustración del público. "Los tampones ecológicos pueden absorber metales del suelo, y la agricultura ecológica sigue utilizando pesticidas", aclaró Lincoln.
Entonces, ¿son seguros los tampones? Los expertos creen que sí.
"La gente no debe dejarse llevar por el pánico", declaró Kramer. "Estos productos no parecen causar enfermedades graves. Los niveles de metales pesados eran muy bajos".
Entre las recomendaciones para reducir el riesgo sería cambiar los tampones con otros productos menstruales. "Utilice tampones con menos frecuencia y opte por compresas de vez en cuando", sugirió Kramer.