La marca de ropa urbana Supreme pasará pronto a formar parte del fabricante italiano de gafas EssilorLuxottica.
Esta adquisición, anunciada el martes, representa un cambio fundamental para ambas empresas, ya que Supreme se venderá por 1.500 millones de dólares, una cifra significativamente inferior a los 2.100 millones que pagó VF Corp. en 2020.
EssilorLuxottica, conocida por marcas como Ray-Ban y Oakley, anunció la compra y expresó su entusiasmo por esta nueva aventura. "Supreme se alinea perfectamente con nuestro viaje de innovación y desarrollo, ofreciéndonos una conexión directa con nuevos públicos, lenguajes y creatividad", declaró la empresa.
Supreme mantendrá su identidad distintiva dentro de la amplia cartera de EssilorLuxottica, que incluye gafas de alto perfil y acuerdos de licencia con marcas de lujo como Chanel y Dolce & Gabbana.
La trayectoria de Supreme
La historia de Supreme comenzó en 1994 en una modesta tienda de monopatines de Nueva York. A lo largo de los años, cautivó a los aficionados al monopatín, a los entusiastas del hip-hop y a los seguidores de la generación del milenio y la generación Z.
Un hito importante se produjo en 2007, cuando The Carlyle Group compró una participación del 50% en la empresa por 500 millones de dólares, lo que puso de relieve su rápido ascenso en la jerarquía de la moda.
La reciente venta repercutió en el rendimiento bursátil de VF Corp., cuyas acciones subieron casi un 7% en las operaciones previas a la comercialización.
VF Corp., propietaria de otras marcas de renombre como Vans y Dickies, reconoció los motivos estratégicos de la venta. Citaron "sinergias limitadas" entre Supreme y sus marcas existentes, haciendo de la desinversión una progresión lógica.
El analista de comercio minorista Neil Saunders, de GlobalData, ofreció una visión de la transacción, destacando la sobrevaloración inicial de Supreme por parte de VF Corp. como un activo trofeo.
Según Saunders, VF Corp. se enfrentó a retos a la hora de aprovechar el potencial de Supreme, señalando la menguante tracción de la marca entre los consumidores.
"Comprar una marca de streetwear en un momento en que esa estética ha pasado a mejor vida es arriesgado, y no está claro qué pretende hacer EssilorLuxottica para reavivar la fortuna de Supreme", señaló Saunders. No obstante, expresó su confianza en la perspicacia de EssilorLuxottica en materia de distribución y gestión de marcas.
La transformación de Supreme de una marca de culto de streetwear a un activo dentro de un conglomerado de gafas refleja cambios más amplios en los gustos de los consumidores y las estrategias corporativas.
Los observadores han señalado que la exclusividad de la marca, antaño limitada, y su alto valor de reventa en plataformas como StockX han disminuido, lo que ha repercutido en su impacto.