El lunes por la mañana, las acciones de CrowdStrike se desplomaron hasta un 13%, como consecuencia de una debacle tecnológica que incapacitó a millones de dispositivos Microsoft Windows en medio de un apagón mundial.
La reacción en cadena comenzó a primera hora del viernes, cuando CrowdStrike lanzó una actualización defectuosa de su software de protección contra vulnerabilidades Falcon.
Consecuencias del apagón informático Microsoft
Este paso en falso derribó ordenadores personales, servidores informáticos en centros de datos y pantallas de visualización.
Los vuelos se quedaron en tierra, se cancelaron citas médicas y 8.5 millones de dispositivos Windows mostraron la temida "pantalla azul de la muerte". Aunque esto representa menos del 1% del total mundial, el impacto fue inmediato y grave.
Los equipos informáticos de todo el mundo se apresuraron a rectificar el error, pero el caos ya había atraído a los ciberdelincuentes. Los piratas informáticos crearon rápidamente sitios web engañosos que pretendían ofrecer soluciones legítimas, aprovechándose de la confusión.
El director ejecutivo de CrowdStrike George Kurtz habló de los problemas actuales en directo en la CNBC con Jim Cramer, con la esperanza de tranquilizar a los interesados.
Caída de las acciones de CrowdStrike
El viernes se produjo una caída del 11% en las acciones de CrowdStrike, pero el fin de semana no ofreció tregua.
Las redes sociales se inundaron de imágenes de dispositivos Windows comprometidos, lo que llevó a CrowdStrike a anunciar el domingo que estaba experimentando con soluciones expeditivas para los sistemas afectados.
Guggenheim Securities respondió rebajando la calificación de las acciones de CrowdStrike de comprar a neutral, mostrando una postura más cautelosa.
John DiFucci y su equipo de analistas señalaron que, a pesar del elevado múltiplo comercial de ingresos recurrentes de la empresa, el incidente podría dañar la reputación de CrowdStrike y retrasar nuevas contrataciones.
Por el contrario, Goldman Sachs mantuvo su calificación de compra sobre las acciones de CrowdStrike en una nota del lunes, citando un mínimo cambio de mercado a largo plazo en el sector de endpoints debido al incidente.
Gabriela Borges y su equipo señalaron incidentes pasados para contextualizar, haciendo referencia a una interrupción de McAfee en 2010 que afectó significativamente a los ingresos, pero que a la larga hizo poco por mermar la confianza de los inversores.
Recordar la debacle de McAfee y su eventual recuperación podría proporcionar un rayo de esperanza, pero los analistas se mantienen cautos. La cuenta atrás hasta el 31 de julio, cuando finaliza el segundo trimestre fiscal de la empresa, se cierne sobre ella.