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La economía según Kamala Harris: cuál es su visión y que les propondría a los estadounidenses

Una de las dudas que se generaron con el lanzamiento de Kamala Harris como candidata es su postura económica y sus diferencias con Biden

Kamala Harris tiene su propia visión de la economía (Foto: @KamalaHarris)

Los últimos datos publicados por la administración de Joe Biden indican que la economía de Estados Unidos va por buen camino. Fuerte crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y el descenso de la inflación son muestra de ello, lo que significa un gran argumento para que Kamala Harris, la virtual candidata demócrata a la presidencia, pueda conquistar a los votantes indecisos.

Una estrategia lógica de campaña sería defender los logros del presidente, tratar de mantener su impronta y esperar a que la mayoría -todavía indecisa- la acompañe en las elecciones de noviembre. Sin embargo, la vicepresidenta, que se lanzó a la carrera por la Casa Blanca el domingo pasado, difiere en varios aspectos de Biden y tiene incluso una visión más progresista de la economía.

Si bien todavía no se conoce exactamente cuál será su plataforma, las posturas de Harris a lo largo de su carrera política permiten tener algunas pistas de lo que podría ser el eje económico de un eventual programa de gobierno.

Reducción de impuestos y ayuda a la clase media

Como senadora, Harris propuso la Ley LIFT the Middle Class Act, o Livable Incomes for Families Today, que buscaba conceder a las familias trabajadoras y de clase media una deducción fiscal reembolsable de hasta $6,000 anuales (por pareja).

Esta iniciativa pretendía compensar con $500 mensuales los gastos de manutención sin obligar a las familias a recurrir a préstamos de día de pago con altos intereses. La medida habría costado unos $3 billones en 10 años.

Harris también abogó cuando se presentó como precandidata a la presidencia en 2020 por elevar el tipo del impuesto a la renta de las empresas de nuevo al 35%, una posición más fuerte comparada con el 28% sugerido por Biden. La Ley de Recortes y Empleos Fiscales de 2017 que Trump y los republicanos del Congreso impulsaron en el Congreso redujo la tasa al 21%.

"Yo esperaría que Harris pusiera su propio sello en estas ideas, de forma muy parecida a lo que propuso en su 'Ley LIFT para la clase media' de 2019", dijo en un comunicado John Gimigliano, director de la práctica fiscal nacional de KPMG en Washington, citado por CNN.

Vivienda accesible, una de las propuestas de Kamala Harris

En cuanto a la vivienda asequible, Harris presentó como senadora la Ley de Alivio del Alquiler, que proporciona un crédito fiscal reembolsable a los inquilinos que gasten más del 30% de sus ingresos en alquiler y servicios públicos.

Harris calificó el acceso a la vivienda como un "derecho humano" y dijo en un comunicado de prensa de 2019 sobre su proyecto de ley que todo estadounidense merece tener seguridad básica y dignidad en su propio hogar.

Esto se alinea con el enfoque de Biden sobre la asequibilidad de la vivienda, que incluye incentivos fiscales para los propietarios y el uso potencial de terrenos federales para proyectos de acceso a la vivienda.

El Gobierno incrementó sus esfuerzos para mitigar los altos costos de la vivienda, con aumentos históricos de la tasa hipotecaria, presentando medidas concretas para abordar la crisis.

Límites al valor de los alquileres

Este mes, el presidente Biden reveló una serie de propuestas enfocadas en limitar los aumentos de alquiler y fomentar la construcción de viviendas asequibles.

Entre las propuestas del mandatario se destaca la retirada de beneficios fiscales a los propietarios que incrementen el alquiler en más de un 5% anual.

Kamala Harris se convirtió en la candidata del Partido Demócrata tras la renuncia de Biden

Asimismo, las agencias federales deberán considerar el uso de terrenos excedentes de propiedad federal para la construcción de viviendas más accesibles, según detalló en su comunicado.

Estas iniciativas buscan aliviar la carga económica de millones de residentes en el país afectados por el alto coste de vida. Se espera que Harris continúe en esa línea e incluso refuerce esa postura.

Economía verde, la obsesión de la vicepresidenta

Su enfoque ambiental está alineado con la postura del presidente Joe Biden. Harris es una firme defensora de la energía limpia y la justicia medioambiental, además de restructurar la economía estadounidense para adoptar fuentes limpias en lugar de combustibles fósiles.

Además, apoya la expansión de energías renovables y participó en negociaciones internacionales sobre el clima, comprometiendo $3.000 millones al Fondo Verde para el Clima.

Harris sostiene una postura progresista respecto al cambio climático. Promovió la regulación medioambiental y la responsabilidad de las empresas contaminantes.

Por otro lado, la demócrata, cuando fue precandidata a la presidencia, presentó un plan climático de $10 billones, cuyas inversiones públicas y privadas habrían eclipsado el costo federal total estimado de $1.6 billones de la principal legislación climática, energética, de infraestructura y tecnología del gobierno Biden.

Harris podría ir más lejos que Biden

A diferencia de las políticas actuales de la administración, Harris también habría instituido una “tarifa por contaminación climática” y habría puesto fin a los subsidios federales a los combustibles fósiles. En caso de ser electa se presume iría en esta misma línea.

Como senadora, tal como recuerda el medio Politico, fue copatrocinadora original de la resolución no vinculante que define el Green New Deal, un plan a gran escala destinado a hacer la transición de Estados Unidos hacia una energía 100% limpia en una década y al mismo tiempo brindar a las personas garantías laborales y “atención médica de alta calidad”.

Harris también dijo que estaba “preparada para deshacerse del obstruccionismo” para aprobarlo frente a la oposición del Partido Republicano a la acción climática.

Y dijo en 2019 que “no había duda de que está a favor de prohibir el fracking”, la tecnología que impulsó la explotación de petróleo y el gas natural en EEUU y enriqueció economías en lugares como Dakota del Norte, el oeste de Texas y Pensilvania.

La vicepresidenta defendió la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, que es el paquete legislativo más importante en la lucha contra el calentamiento global en Estados Unidos.

Finanzas y relación con empresas

En el ámbito financiero, Harris demostró firmeza ante los grandes bancos. En 2011, se retiró de un acuerdo con prestamistas que perjudicaba a los consumidores de California, logrando posteriormente que los bancos aumentaran significativamente la ayuda para los afectados por ejecuciones hipotecarias.

También inició investigaciones contra Wells Fargo por la creación no autorizada de cuentas y tarjetas de crédito. Destacadas figuras de Wall Street manifestaron su apoyo a Harris.

Sin embargo, durante su tiempo como fiscal general de California, Harris se definió a sí misma como "capitalista" en reuniones con donantes, manteniendo lazos cercanos con ejecutivos e inversores del ámbito tecnológico.

Su red de contactos incluye a personajes influyentes como Reid Hoffman de LinkedIn, John Doerr y Ron Conway, así como a ejecutivos prominentes como Sheryl Sandberg de Facebook y Marc Benioff de Salesforce. Asistió a eventos destacados, como la boda de Sean Parker, y tiene vínculos familiares con el director jurídico de Uber, Tony West.

Bajar los precios de los medicamentos y más cobertura sanitaria

Harris propuso medidas para reducir los costos farmacéuticos, un problema persistente para muchos estadounidenses. Su plan "Las personas por encima de los beneficios" incluye severas penalizaciones para los fabricantes de medicamentos cuyos precios superen la inflación, haciéndose eco de las políticas de la Ley de Reducción de la Inflación de 2022.

De forma similar a las propuestas de Trump, Harris abogó por que el gobierno federal fije precios justos para los medicamentos y, en caso necesario, importe alternativas más baratas de otras naciones.

Durante su campaña presidencial de 2020, Harris propuso un sistema de seguro médico respaldado por el Gobierno. Su plan, aunque menos progresista que el de Bernie Sanders, no eliminaba los seguros privados y planteaba una transición de 10 años a un modelo de "Medicare para todos".

Además, propuso financiar esta ampliación sin aumentar los impuestos a la clase media, optando en cambio por gravar las transacciones de Wall Street y ajustar la fiscalidad de las empresas en paraísos fiscales.

En el periodo de Biden, el acceso a los seguros médicos se amplió temporalmente mediante subsidios federales.

Sin embargo, estos subsidios expiran en 2025, lo que presenta un desafío para la próxima administración, ya que una extensión podría costar aproximadamente $335.000 millones en una década.

Harris y la deuda estudiantil

La ahora candidata demócrata defiende la condonación de préstamos estudiantiles y la gratuidad de los estudios universitarios, subrayando la importancia de una educación accesible para todos los ciudadanos.

La exsenadora impulsó reformas significativas en el ámbito educativo. Durante su mandato, firmó una ley que estableció la gratuidad de las universidades públicas, una propuesta que también había sido defendida por el presidente Biden.

La legislación no sólo buscaba eliminar las matrículas universitarias, sino también garantizar que las instituciones pudieran satisfacer necesidades esenciales de los estudiantes, como alimentación, vivienda y transporte.

Antes de su tiempo en el Senado, cuando se desempeñó como fiscal general de California, identificó prácticas abusivas en universidades con fines de lucro. Promovió la cancelación de los préstamos estudiantiles que habían sido contratados por alumnos engañados por dichas instituciones.

Esta acción fue un paso importante hacia la protección de los derechos de los alumnos y la regulación de los establecimientos educativos con ánimo de lucro. Además, criticó el afán de lucro de algunas instituciones, enfatizando la necesidad de una educación pública accesible y de calidad.

La visión en el comercio exterior

Joe Biden y Kamala Harris, tanto como presidente y vicepresidenta, mostraron alineación con el ala progresista del Partido Demócrata en cuestiones de comercio. Esto generó contrastes en sus posturas con respecto a las posiciones que Biden adoptaba cuando era vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama.

Durante su candidatura al Senado en 2016, Harris se opuso al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), negociado por la administración de Obama, tras recibir críticas de grupos laborales y ambientalistas que argumentaban que el tratado desplazaría empleos hacia países con bajos costos laborales, como Vietnam.

El acuerdo nunca lo votaron en el Congreso y Donald Trump retiró a Estados Unidos del pacto después de su llegada a la presidencia.

En contraste, Biden apoyó firmemente el TPP como vicepresidente. Sin embargo, en su campaña presidencial de 2020, postergó una posible reincorporación al Tratado y dijo que renegociaría el acuerdo para darle más peso a las preocupaciones de los grupos laborales y ambientalistas.

Sin embargo, en su presidencia no concretó esa renegociación ni impulsó ningún nuevo acuerdo de libre comercio.

Harris, por su parte, votó en contra del Acuerdo entre Estados Unidos, Canadá y México (T-MEC), que reemplazó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) bajo la administración de Trump.

Argumentó que el T-MEC no protegía adecuadamente los empleos y el medio ambiente en el país.

A pesar de su oposición, el acuerdo fue aprobado en el Senado con 89 votos a favor y 10 en contra. Harris expresó en su momento que su administración no firmaría acuerdos comerciales sin garantías de protección para los trabajadores estadounidenses y el medio ambiente.

Por lo pronto, el país que imagina Harris en materia económica es una incógnita. Resta esperar cuál será su plataforma y que le va a proponer a los estadounidenses para convencerlos de ser la próxima presidenta del país.

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