Las catástrofes naturales, generadas por el cambio climático, demuestran una vez más su potencial devastador en diversos aspectos. Según datos de la consultora Munich Re, pérdidas para las aseguradoras de más de $62.000 millones sólo en el primer semestre de 2024.
Esta cantidad es un 70% superior a la media de los últimos diez años, lo que pone de manifiesto la capacidad de daño que produce la crisis medioambiental.
Tobias Grimm, responsable de asesoramiento climático de Munich Re, subrayó que "las catástrofes meteorológicas en EEUU" son las principales responsables de estas importantes pérdidas.
Curiosamente -dijo- también se produjeron inundaciones inusuales en zonas como Dubai, lo que ilustra los efectos generalizados de los cambios climáticos severos. Los meteorólogos prevén una de las temporadas de huracanes más activas de la historia reciente.
Con los incendios forestales extendiéndose desde California hasta Alberta, la segunda mitad de 2024 promete poco alivio.
Grimm señaló en ese sentido que las "olas de calor más duraderas" son un factor clave para alimentar los incendios forestales, lo que dibuja un panorama sombrío para las regiones propensas al fuego.
Los riesgos van en aumento por la crisis climática
El extenso análisis de Munich Re muestra que los datos meteorológicos y socioeconómicos apuntan a una evolución de los patrones de riesgo.
La realidad es un aumento de la frecuencia de tormentas e incendios, debido principalmente al cambio climático. La expansión de las zonas edificadas aumenta aún más el riesgo y el potencial de daños materiales.
Para las aseguradoras, este riesgo creciente se traduce en mayores pagos por siniestros. Para gestionar algunos riesgos, el sector recurrió a instrumentos del mercado de capitales como los bonos catástrofe. Sin embargo, algunas zonas se están acercando de forma alarmante a ser inasegurables.
Aunque no hay pruebas sustanciales que sugieran que las compañías de seguros se estén retirando de los mercados de la Unión Europea, Oleksandra Hrendey, asesora política senior de Insurance Europe, advierte de que esto no elimina la brecha de protección existente.
El cambio climático sigue planteando nuevos retos al sector
En EEUU, las fuertes tormentas causaron más de $34.000 millones en daños asegurados en el primer semestre del año. Alemania también sufrió con fuertes lluvias en mayo que provocaron importantes inundaciones y daños por tormentas.
Entre todas las catástrofes naturales, el terremoto del día de Año Nuevo en la costa occidental de Japón fue el que más daños económicos causó durante este periodo. La catástrofe provocó el derrumbe de edificios y la pérdida de servicios esenciales durante semanas, con unas pérdidas estimadas en unos $10.000 millones, aunque sólo 2.000 millones estaban asegurados.
Observando los impactos más amplios de estos patrones, Grimm señaló que "en seis de los últimos siete años, las pérdidas por catástrofes naturales aseguradas superaron los $100.000 millones".
Esta cifra es superior a las normas históricas y refleja un nivel de pérdidas que el sector debe aceptar cada vez más.
Mientras las aseguradoras navegan por estos tiempos de incertidumbre, la necesidad urgente de adaptarse al ritmo acelerado del cambio climático es más apremiante que nunca.