Khalid Sheikh Mohammed, considerado la mente maestra detrás de los ataques de Al Qaeda del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, se declaró culpable, según informó el Departamento de Defensa el miércoles.
La decisión sugiere un avance finalmente en un caso que ha estado pendiente durante mucho tiempo, relacionado con un ataque que causó miles de muertes y transformó tanto la historia de Estados Unidos como la de gran parte de Oriente Medio.
Mohammed, junto con Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi, se declararán oficialmente culpables ante la comisión militar de la Bahía de Guantánamo, Cuba, la próxima semana.
Los abogados defensores han sugerido penas de cadena perpetua para los acusados a cambio de sus declaraciones. El gobierno federal lo comunicó a las familias de casi 3.000 víctimas.
Terry Strada, líder de un grupo de familiares de víctimas, expresó sentimientos encontrados sobre el acuerdo de culpabilidad. "Eran cobardes cuando planearon el ataque", declaró a AP News.
Lo que se sabe del caso a Khalid Sheikh Mohammed
El gobierno estadounidense aún no ha revelado todos los términos de las negociaciones de los cargos y la condena.
Estos alegatos surgen más de 16 años después de que se iniciara el proceso contra Mohammed y más de 20 años después de los acontecimientos que reconfiguraron Estados Unidos y Oriente Próximo.
Los atentados del 11-S, ejecutados mediante el secuestro de cuatro aviones comerciales, provocaron la destrucción del World Trade Center y parte del Pentágono. Un cuarto avión, dirigido a otro objetivo importante, se estrelló en Pensilvania cuando los pasajeros se resistieron a los secuestradores.
Las secuelas desencadenaron una respuesta feroz del presidente George W. Bush, lanzando la "guerra contra el terror".
Esto incluyó la invasión de Afganistán e Irak y la lucha contra los grupos extremistas en todo Oriente Próximo, lo que afectó profundamente al panorama sociopolítico de la región e inspiró los levantamientos de la Primavera Árabe en 2011.
Culpas
Las autoridades atribuyen a Mohammed la idea de utilizar aviones como armas, un concepto aprobado por Osama bin Laden, de Al Qaeda. Las fuerzas estadounidenses mataron a Bin Laden en 2011, pero la detención y el procesamiento de Mohammed han sido objeto de escrutinio público y judicial.
Capturado en 2003, Mohammed fue sometido a interrogatorios exhaustivos, incluidas 183 sesiones de ahogamiento simulado bajo custodia de la CIA, antes de su traslado a Guantánamo. El uso de la tortura ha prolongado el proceso judicial, ya que las pruebas obtenidas con esos métodos son inadmisibles.
Daphne Eviatar, de Amnistía Internacional Estados Unidos, acogió con satisfacción la rendición de cuentas, pero instó al gobierno de Biden a cerrar el centro de Guantánamo, que sigue albergando a detenidos de la guerra contra el terror. Eviatar subrayó la necesidad de evitar futuros casos de tortura sancionada por el Estado.
Para las familias de las víctimas, el acuerdo de culpabilidad conlleva sentimientos encontrados. Strada destacó que muchos querían que los autores admitieran su culpabilidad. "Personalmente, quería ver un juicio. Me han quitado la justicia que esperaba, un juicio y el castigo".
A pesar del acuerdo de culpabilidad, el descontento con el prolongado proceso judicial persiste. Michael Burke, cuyo hermano Billy, capitán de bomberos de Nueva York, murió en el World Trade Center, condenó los largos procedimientos y el acuerdo de culpabilidad.
"Dentro de 23 años, estos tipos responsables estarán consiguiendo acuerdos de culpabilidad para evitar la pena de muerte", comentó al medio.