Autobuses de Texas que llevan a los inmigrantes a Nueva York dejaron de operar por el momento, sin embargo, las personas continúan llegando a la ciudad de los rascacielos.
Flujos migratorios y medidas de Texas
El gobernador de Texas, Greg Abbott, no ha enviado autobuses con inmigrantes a la Gran Manzana en meses, después de que los flujos migratorios hacia el estado de la Estrella Solitaria disminuyeran gracias a sus estrictas medidas para disuadir los cruces ilegales, dijo a The Post una fuente con conocimiento del programa de transporte en autobús.
"Ningún autobús con inmigrantes salió de Texas desde al menos mediados de junio, y el último de los autobuses ni siquiera se dirigió a Nueva York: se dirigía a Chicago y Los Ángeles", dijo la fuente.
Desde abril de 2022, la iniciativa de Abbott reubico a más de 119.000 inmigrantes en ciudades santuario. En su momento álgido, la ciudad de Nueva York recibía hasta 3.500 inmigrantes semanalmente, una cifra que ahora disminuyó a unos 800 inmigrantes cada semana, según el Ayuntamiento.
El sistema de refugios de la ciudad de Nueva York acoge actualmente a más de 64.300 inmigrantes y alojó a más de 210.000 inmigrantes desde la primavera de 2022.
El programa de autobuses de Abbott puso de relieve la crisis de los inmigrantes a escala nacional, impulsando a los líderes demócratas de las principales ciudades a pedir una acción federal para asegurar la frontera.
El portavoz de Abbott, Andrew Mahaleris, declaró que el programa pretendía aliviar la presión sobre las comunidades fronterizas de Texas.
Iniciativa de seguridad fronteriza
La Operación Estrella Solitaria, la importante iniciativa de Abbott para hacer cumplir la ley en la frontera que comenzó en marzo de 2021, supuso el despliegue de tropas estatales, la Guardia Nacional y barreras físicas como alambre de púas.
Estas medidas, intensificadas tras un motín de inmigrantes en El Paso, dieron como resultado una reducción del 85% de los cruces ilegales, según Mahaleris.
Joe Barron, director adjunto de la organización de ayuda a inmigrantes Holding Institute en Laredo, dijo a The Post que su organización no ha pedido un autobús desde abril, cuando tenían un grupo de inmigrantes que querían ir a la ciudad de Nueva York.
Para poder solicitar autobuses, Barron y otros grupos de ayuda a los inmigrantes necesitan contar con al menos 45 personas que quieran ir a un único destino. Dijo que en este momento sólo reciben 15 personas al día.
Medidas federales
Las nuevas medidas federales del presidente Joe Biden, que inhabilitan a los inmigrantes para recibir asilo si cruzan la frontera ilegalmente, redujeron aún más los flujos de inmigrantes.
En junio se registró el número más bajo de cruces ilegales bajo la administración de Biden, con aproximadamente 83.000 encuentros, según datos federales.
Sin embargo, a pesar de la desaceleración, la ciudad de Nueva York ahora está solo “un par de años por detrás” de ciudades fronterizas como Eagle Pass, dijo a The Post el representante de Texas Tony Gonzales.
“Eagle Pass ha sido consumido. Nuestros hospitales han sido consumidos por una gran cantidad de cuidados de parte de estas diferentes personas, ese es un ejemplo. Nuestras escuelas han sido consumidas”, dijo Gonzales.
En Nueva York, cerca del 15% de las habitaciones de hotel se convirtieron en albergues para inmigrantes, lo que afectó a los barrios más pobres de la ciudad y provocó un aumento de la delincuencia vinculada a bandas como el Tren de Aragua venezolano.
Esta banda es responsable de ataques a policías, robos con motocicletas y
contrabando de armas en refugios para inmigrantes.
El gobernador Abbott se mantiene firme y declaró en la reciente Convención Nacional Republicana que “esos autobuses seguirán circulando hasta que finalmente aseguremos nuestra frontera”.
