Elon Musk reavivo el lunes una batalla legal con una demanda contra Sam Altman, cofundador y consejero delegado de OpenAI, en un tribunal federal.
La publicitada demanda acusa a Altman y al presidente de OpenAI, Greg Brockman, de utilizar tácticas engañosas para atraer a Musk a la cofundación de OpenAI, presentada inicialmente como una empresa de inteligencia artificial sin ánimo de lucro.
El argumento de Elon Musk
El argumento clave de Musk se centra en las afirmaciones de que Altman y Brockman le cortejaron con promesas de una organización sin ánimo de lucro centrada en la seguridad y la transparencia.
Sin embargo, más tarde viraron hacia el establecimiento de una red de filiales con ánimo de lucro. Musk afirma que esta maniobra supuso una importante negociación propia y una traición.
"La perfidia y el engaño son de proporciones shakesperianas", afirma la demanda de Musk, haciéndose eco de sus sentimientos de una acción legal previa presentada y posteriormente retirada a principios de este año.
Musk, un crítico declarado de los peligros potenciales de la inteligencia artificial, afirma que le engañaron haciéndole creer que OpenAI crearía una alternativa de IA más segura a los gigantes tecnológicos con ánimo de lucro.
Según Musk, Altman le aseguró que el estatus de organización sin ánimo de lucro garantizaría la neutralidad y daría prioridad al bienestar humano frente a los beneficios de los accionistas.
La demanda contra Sam Altman y OpenAI
La demanda, sin embargo, sostiene que estas garantías formaban parte de una "larga estafa". Alega que Altman y sus colegas, con la participación de Microsoft, establecieron una estructura con ánimo de lucro contraria a los ideales que originalmente se le plantearon a Musk.
Microsoft, que supuestamente invirtió $13.000 millones en OpenAI, también se enfrenta a las acusaciones de Musk. La demanda alega que Microsoft buscó un apalancamiento estratégico al hacer que OpenAI dependiera de sus servicios de computación en nube.
Aunque Musk aprecia al consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, alega un desajuste fundamental de valores entre Microsoft, OpenAI y su visión inicial.
La franqueza de Musk sobre las amenazas que plantea la inteligencia artificial aumenta con los años. Se distanció de OpenAI, criticando su enfoque y sugiriendo que su dirección se desviaba de una misión de beneficio público.