Un nuevo estudio de la Institución Brookings reveló una transformación demográfica sustancial en Estados Unidos desde que comenzó la pandemia. De abril de 2020 a julio de 2023, la comunidad hispana creció en 3,2 millones, mientras que la población blanca disminuyó en 2,1 millones.
William Frey, demógrafo y autor del informe, destacó esta "explosión de la diversidad" y sus implicaciones para la nación.
La demografía de Estados Unidos cambió drásticamente en sólo tres años. Los hispanos han contribuido al 91% del crecimiento de la población del país en medio de la disminución del número de blancos.
Este cambio se debe a una mezcla de inmigración y a las diferentes tasas de natalidad y mortalidad de las distintas poblaciones.
Durante el mismo periodo, las poblaciones negras, asiática y mestiza también crecieron, aunque por márgenes menores. La población nativa americana experimentó un modesto aumento de 23.000 personas.
Frey instó a los políticos a preparar a las escuelas, universidades y empresas para este panorama demográfico en evolución. Afirmó que las tendencias actuales reflejan una fase crucial en la evolución de la sociedad estadounidense.
“La productividad de la mano de obra y el bienestar económico de la nación dependerán en gran medida del éxito y la integración de la población joven, cada vez más multirracial, de hoy y de mañana", señaló Frey en el informe.
Las reacciones
Las reacciones a estos cambios demográficos varían significativamente. Algunos expresan su preocupación por el carácter cambiante de Estados Unidos, temiendo un exceso de diversificación.
Los críticos de las redes sociales expresan opiniones que sugieren que EEUU se está convirtiendo en un "país tercermundista" debido a lo que consideran una inmigración ilegal desenfrenada.
Figuras notables como Elon Musk se han hecho eco de estos sentimientos, sugiriendo que tales cambios demográficos podrían beneficiar electoralmente a los demócratas durante décadas.
El debate sobre la inmigración sigue siendo un tema candente en el discurso político estadounidense, especialmente a medida que se acercan las elecciones de 2024.
El expresidente Donald Trump se opone firmemente a la inmigración ilegal y promete medidas estrictas de deportación. Por el contrario, la vicepresidenta Kamala Harris pretende ampliar las vías legales hacia la ciudadanía, al tiempo que aborda las complejidades de asegurar la frontera sur.
Crecimiento de la población hispana en EEUU
El análisis de la Brookings Institution también subraya tendencias más amplias que proyectan un crecimiento continuo de la población hispana y de la población no blanca en general.
Para 2030, se espera que los grupos no blancos constituyan el 44% de la población estadounidense, y que los hispanos representen una quinta parte de esta cifra.
De cara a 2050, se prevé que una cuarta parte de los estadounidenses sean de origen hispano, y que más de la mitad pertenezcan a grupos no blancos.
Las tendencias demográficas también revelan cambios geográficos. Estados como California y Nueva York han experimentado descensos significativos, perdiendo cerca de 1,2 millones de residentes en conjunto. Por el contrario, estados como Florida y Texas han experimentado una afluencia de nuevos residentes, sobre todo más jóvenes.
Es probable que estos cambios demográficos repercutan en diversos sectores de la sociedad, desde la política local hasta la dinámica económica.
A medida que las coaliciones raciales de las distintas regiones ganan o pierden influencia, sus patrones de voto y preferencias políticas pueden cambiar en consecuencia.