Nuevos datos revelan que casi el 90% de los inmigrantes en el Programa de Deportación Familiar Expeditada, introducido por la administración Biden-Harris, permanecen en EEUU.
Este programa, diseñado para expulsar rápidamente a las familias que entraron ilegalmente en el país, permitió quedarse a más de 22.000 de los 24.000 inmigrantes desde su inicio en mayo de 2023.
Solo deportaron a unos 2.600 inmigrantes, lo que representa algo más del 10% del total. Además, más de 3.600 inmigrantes se fugaron y se encuentran en paradero desconocido dentro de Estados Unidos.
Críticas a las políticas de inmigración
El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Mark Green (republicano de Tennessee), sostiene que las políticas de la administración no aseguran la frontera ni hacen cumplir la ley con eficacia.
Green le dijo The Post: “Estas cifras son una prueba más de que las políticas de la administración Biden-Harris no tienen nada que ver con asegurar realmente la frontera o hacer cumplir la ley, sino que enmascaran su negativa absoluta a hacer cualquiera de esas cosas”.
“Esta tasa tan desalentadora de deportaciones deja en claro que el presidente Biden, la 'zar fronteriza' Kamala Harris y el ahora destituido secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, están decididos a ignorar la ley de inmigración de Estados Unidos, mientras intentan ocultar ese hecho al pueblo estadounidense. En última instancia, estas personas tienen una responsabilidad simple: detener y deportar a quienes no tienen una base legal para permanecer en el país”, agregó Green.
Objetivo del programa de deportación rápida de inmigrantes
Anunciado en mayo de 2023, el programa pretendía inculcar las consecuencias de la entrada ilegal colocando un monitor de tobillo a un miembro adulto de la familia.
Las familias de inmigrantes son difíciles de deportar de EEUU si llegan con niños, pero el Programa de Deportación Acelerada Familiar tenía como objetivo mantener a las familias unidas mientras los funcionarios las procesaban para una “deportación acelerada”.
Sin embargo, desde el principio, el programa presentaba importantes lagunas al permitir que quienes debían ser deportados se sometieran a una evaluación para determinar si tenían una razón legítima para temer regresar a su país de origen.
La administración Biden lanzó el programa para gestionar los aumentos esperados en los cruces fronterizos ilegales tras el fin del Título 42, una política de expulsión de la era COVID de la administración Trump.
Los agentes fronterizos registraron encuentros con más de 800.000 familiares migrantes que cruzaron la frontera sur ilegalmente desde mayo de 2023, cuando comenzó el programa, según datos federales.