La decisión del Tribunal Supremo de EEUU de 2022 de anular el caso Roe contra Wade pudo haber abolido el derecho nacional al aborto, desencadenando batallas estatales sobre la legalidad de la practica.
Desde la decisión, 14 estados impusieron prohibiciones casi totales del aborto. Georgia, Carolina del Sur, Florida e Iowa restringen el aborto a las 6 semanas de embarazo. Sin embargo, aún hay algunos estados que salvaguardan el derecho al aborto mediante leyes o referendos electorales.
En otros estados, el futuro del aborto está en constante cambio debido a los desafíos legales. Es probable que varios estados también presenten propuestas de ley sobre el derecho al aborto durante las elecciones de noviembre, incluidos estados clave como Arizona y Nevada.
Por ejemplo, en noviembre, los arizonenses emitirán su voto sobre la Proposición 139, una ley que decide el acceso al aborto hasta la semana 24 de embarazo.
La proposición llegó a las urnas después de que se recogieran casi 578.000 firmas, lo que subraya la importancia de la cuestión para muchos residentes de Arizona.
Los votantes aprobarán o rechazarán la proposición, configurando directamente la política abortista del estado. Esta decisión crucial ejemplifica el proceso democrático y pone de relieve el papel de la opinión pública en los derechos sanitarios.
Debido a las estrictas leyes de algunos estados con respecto a las mujeres que requieran abortos de emergencia se creo una discusión más amplia acerca de las excepciones que deberían tener las leyes que restringen el aborto en su totalidad.
Por eso, en junio de este año, el Tribunal Supremo de EEUU se vio obligado a debatir este tema. Sin embargo, este no llego a una resolución a nivel nacional.
El tribunal dictó una sentencia procesal de 6 a 3 que dejó aún en el aire preguntas clave sobre si los estados pueden prohibir a los médicos realizar abortos de emergencia que salven a una mujer de una infección grave o de la pérdida de órganos.
Conflicto entre leyes estatales y federales
Los expertos legales y de salud dijeron que la orden no hace nada para proteger a las mujeres embarazadas en estados donde las prohibiciones estatales podrían entrar en conflicto con una ley federal que exige abortos de emergencia.
"La decisión que el Tribunal Supremo dio a conocer esta mañana no arroja ninguna luz sobre cómo se resolverá o debería resolverse ese conflicto", dijo en su momento Joanne Rosen, codirectora del Centro de Derecho y Salud Pública de Johns Hopkins.
La administración Biden afirma que los hospitales deben practicar abortos para salvar la vida de las mujeres, a pesar de las prohibiciones estatales instituidas tras la decisión del Tribunal Supremo de anular el derecho al aborto hace más de dos años.
Texas impugna esta directiva y el Tribunal Supremo aún no se pronuncia. Un análisis de Associated Press muestra más de 100 mujeres embarazadas desatendidas o rechazadas por las salas de urgencias desde 2022.
Casos en Florida, Texas, Arkansas y California ponen de relieve las terribles consecuencias, como abortos espontáneos públicos y shock séptico.
Las leyes de Texas imponen penas severas a los médicos que practican abortos ilegales, lo que complica la atención de emergencia a las embarazadas. Aunque las leyes estatales distinguen entre embarazos ectópicos y abortos, las duras penas crean un clima de miedo entre los profesionales médicos.
“Por mucho que los hospitales y los médicos teman infringir las prohibiciones estatales al aborto, también deben preocuparse por infringir la ley federal”, dijo Marc Hearron, abogado del centro. Los hospitales se enfrentan a una investigación federal, fuertes sanciones y amenazas a su financiación de Medicare si violan la ley federal.
Testimonio de una pacientes afectada por las restricciones de Texas
Según The Post, una denuncia dice que Kelsie Norris-De La Cruz, de 25 años, perdió una trompa de Falopio y la mayor parte de un ovario después de que un hospital en Arlington, Texas, la enviara a casa sin tratar su embarazo ectópico, a pesar de que un médico había indicado que no era lo mejor para ella.
Norris-De La Cruz afirmó que "los médicos sabían que necesitaba un aborto", pero las prohibiciones actuales dificultan el acceso a atención médica básica de emergencia.
La diagnosis de un embarazo ectópico puede ser complicada, ya que no siempre se puede determinar su ubicación en una ecografía. La Dra. Kate Arnold explica que estos embarazos son "literalmente bombas de tiempo".
Iniciativas de mejora en otros estados
Por casos relacionados a este, salió a relucir una campaña de $400.000 de Nuevo México, denominada “Free to Provide”, cuyo objetivo es reclutar médicos del estado de Texas que se sienten limitados por la estricta prohibición del aborto en su estado.
Para reforzar el esfuerzo, 6 vallas publicitarias colocadas estratégicamente alrededor del Centro Médico de Houston se hicieron eco del llamamiento.
La Dra. Miranda Durham, jefa médica del departamento de salud de Nuevo México, explicó los objetivos más amplios de la campaña. "Tenemos que empezar por algún sitio", afirmó a CNN.
Nuevo México, al igual que otros estado de EEUU, se enfrenta a una escasez de proveedores de atención sanitaria, y reclutar personal de Texas podría aliviar esta tensión. La campaña pretende reforzar la mano de obra médica de Nuevo México y ofrecer una vía de escape a los médicos asediados por las restrictivas leyes sobre el aborto de Texas.
“Está trayendo más pacientes a un estado que ya está algo estresado por la escasez de proveedores”, dijo Durham.
Comparación de Nuevo México con Texas
En Nuevo México, el aborto es legal sin restricciones sobre la duración del embarazo, y el estado tiene una ley de protección que protege a los proveedores de servicios de aborto que atienden a residentes de otros estados.
Texas, por otro lado, adoptó una prohibición casi total del aborto en 2022, sin excepciones en caso de violación o incesto.
La ley de Texas permite excepciones en casos de emergencias médicas que pongan en peligro la vida de la embarazada, pero no especifica exactamente qué constituye una emergencia médica, por eso es que se presentan caso como el de Kelsie Norris-De La Cruz.
Los médicos que violen la ley se arriesgan a recibir multas de hasta $100.000, sin mencionar la pérdida de su licencia médica y la pena de más de 70 años de prisión.
Los problemas se extienden más allá de los estados donde está prohibido el aborto
La investigación de AP reveló que en estados con y sin prohibiciones del aborto ocurrieron graves violaciones que pusieron en riesgo la salud de las madres o sus fetos.
Dos hospitales en Idaho y Washington, con personal insuficiente, admitieron ante los investigadores que a menudo enviaban a pacientes embarazadas a otras instituciones.
En una sala de emergencias en Bakersfield, California, una mujer embarazada fue evaluada rápidamente, pero el personal no comprendió la gravedad de su situación: presentaba una ruptura uterina. Según un investigador, la falta de prontitud en la atención pudo haber contribuido a la muerte del bebé.
En California, Nebraska, Arkansas y Carolina del Sur, los médicos de urgencias no monitorearon los latidos del feto ni retuvieron a pacientes que estaban en trabajo de parto activo, lo que llevó a que algunas dieran a luz en sus casas o en ambulancias, según los informes.
La escasez de médicos y enfermeras, las dificultades para obtener personal para ecografías las 24 horas, así como las nuevas leyes sobre el aborto, convirtieron las salas de emergencias en entornos peligrosos para las mujeres embarazadas, advirtió Dara Kass, doctora de urgencias y exfuncionaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.
"Buscar atención de urgencia durante el embarazo es cada vez más arriesgado en los servicios de urgencias", afirmó Kass.
¿Con qué frecuencia los embarazos amenazan la salud de una mujer?
Cada año, alrededor de 50.000 mujeres en los Estados Unidos enfrentan complicaciones potencialmente mortales durante el embarazo, como sepsis, hemorragias o la pérdida de órganos reproductivos.
En situaciones donde surgen algunas de estas complicaciones, los médicos pueden decidir interrumpir el embarazo, sobre todo cuando no hay posibilidades de que el feto sobreviva.
Por ejemplo, si una mujer experimenta la ruptura de fuente en el segundo trimestre, conocida como rotura prematura de membranas, el feto puede no ser viable, y continuar con el embarazo podría poner en riesgo a la paciente, quien podría desarrollar sepsis, una infección que puede ser fatal.
La sepsis y la hemorragia son causas comunes de muerte materna en EEUU. El año pasado, casi 700 mujeres fallecieron durante el embarazo, el parto o justo después, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
En Idaho, los médicos informan que al menos seis mujeres embarazadas han sido evacuadas en avión para recibir atención médica de emergencia en otros estados desde que entró en vigor la estricta prohibición del aborto en enero. Esta legislación permite a los médicos realizar abortos solo si la vida de la mujer está en peligro, pero no en caso de que su salud se vea comprometida.