Un brote del virus de Oropouche, también conocido como "fiebre de la pereza", se convirtió en una importante preocupación sanitaria en Sudamérica debido a las primeras muertes registradas en Brasil. Los informes sobre mortinatos y defectos congénitos relacionados con el virus durante el embarazo agravan la situación.
Transmitido principalmente a través de las picaduras de mosquitos infectados, el virus de Oropouche ha estado presente en América Latina y el Caribe desde su aparición inicial en Trinidad y Tobago en 1955. Aflora esporádicamente en países como Brasil y Perú.
¿Cuáles son los síntomas de la "fiebre de la pereza"?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), alrededor del 60% de los infectados presentan síntomas como fiebre, fuertes dolores de cabeza, dolores articulares y musculares, náuseas, mareos, escalofríos y sensibilidad a la luz entre tres y diez días después de la infección.
Estos síntomas suelen remitir en una semana, aunque pueden producirse recidivas. Las complicaciones graves, como la meningitis y la inflamación cerebral, se producen en menos del 5% de los casos, y la muerte es poco frecuente.
Al no existir fármacos ni vacunas contra el Oropouche, las medidas de prevención son cruciales. Los expertos sanitarios abogan por utilizar repelentes de insectos y mosquiteras en las ventanas para evitar las picaduras de jejenes y mosquitos en las zonas de riesgo.
¿Dónde se concentra el virus?
El virus, a veces denominado "fiebre de la pereza", es frecuente en las regiones donde viven los perezosos, aunque la transmisión humana no se produce por interacción directa con los perezosos.
Los científicos creen que los perezosos de garganta pálida, los primates no humanos y algunas aves actúan como reservorios, transmitiendo el virus a través de las picaduras de mosquitos o jejenes.
El brote actual suscita preocupación debido a su amplia propagación, con más de 8.000 casos confirmados mediante pruebas de laboratorio este año. Stephen Graham, profesor de virología de la Universidad de Cambridge, señala la expansión geográfica del virus desde el norte de Cuba hasta el sur de Brasil, alcanzando zonas fuera de su dominio conocido.
También se registraron infecciones confirmadas a nivel local en Bolivia, Perú, Colombia y Cuba. Aparecieron casos relacionados con viajes en Estados Unidos, España, Italia y Alemania, pero aún no establecen una presencia local firme.
¿Qué dicen los expertos sobre el virus de Oropouche?
Los expertos están alarmados por las primeras muertes registradas: dos mujeres no embarazadas en Brasil que, por lo demás, estaban sanas. A ello se suma el temor a la posible transmisión del virus de la madre al feto, lo que crea preocupación por los mortinatos, los abortos espontáneos o los defectos congénitos.
A pesar de su presencia histórica, aún se desconoce mucho sobre el Oropouche. Un editorial reciente de The Lancet lo calificaba de "amenaza misteriosa". La capacidad del virus para la mutación rápida y la mezcla genética, conocida como "reordenación", podría explicar el brote actual en Brasil. Los expertos plantean la hipótesis de que la mezcla de diferentes segmentos virales pudo aumentar su transmisibilidad o gravedad.
Los primeros síntomas se parecen a los del dengue, el chikungunya, el Zika o la malaria, lo que a menudo conduce a un diagnóstico erróneo o insuficiente. Aunque el potencial pandémico de Oropouche sigue siendo bajo, Stephen Graham asegura que la mayoría de los pacientes se recuperan totalmente en cuestión de semanas.
"La buena noticia es que la mayoría de las personas se recuperan completamente de la infección por el virus Oropouche en pocas semanas, por lo que este virus no provocará una pandemia similar a la del SARS-CoV-2", expresó Graham.