No solo los estudiantes deben readaptarse a la rutina del regreso a clases, los padres de familia también reajustan sus relojes para dejar a sus hijos a tiempo en la entrada de la escuela o para que no pierdan el bus.
Asegúrense de la fecha de ingreso y los horarios, porque en muchos distritos de Maryland y Virginia no comienzan el mismo día ni a la misma hora.
Como dice Dinorah Olmos, fundadora y presidenta del Latino Education Advancement Fund (LEAF), “los padres tienen que mentalizarse de han vuelto a la escuela antes de que se abran las aulas, especialmente si tienen niños que van al kindergarten o van a una escuela nueva.
“Sentarse hablar con sus hijos, escuchar sus expectativas, dudas y miedos ayudará a prepararlos para el ingreso”.
Esta especialista en educación dice que se pone más atención al primer día de kindergarten, no así al de la escuela intermedia y ese también es un gran cambio.
El entusiasmo comienza en casa

Los niños que van al kindergarten, los que van a la escuela por primera vez y los que se cambian de plantel seguramente están en actitud de ansiedad, curiosidad, alegría y temor, todo al mismo tiempo.
Olmos en estos casos recomienda sentarse alrededor de la mesa durante la cena y compartirles a sus hijos sus recuerdos positivos, lo emocionados e impacientes que estaban de vivir esa experiencia.
“Hoy se escucha decir ‘ufff, hay que volver a clases’, en vez de ‘qué alegría volver a la escuela’. El trabajo de los padres es motivarlos, favorecer sentimientos agradables, entusiasmo y mostrarse ilusionados de que sus niños van vuelven al aula. La emoción empieza en casa”, enfatiza Olmos.
Si los niños y adolescentes expresan sus miedos y preocupaciones es bueno decirles que esos sentimientos son normales y que no es malo sentirlos.
Planifique la despedida de los niños que van al kindergarten manteniendo una actitud positiva y diciéndoles que se van a separar solo por un ratito. Si le sirve antes de llegar a la escuela canten una canción juntos eso le ayudará al pequeño a liberar su ansiedad.
Hora de dormir
“Dos semanas antes del primer día de escuela recupere la rutina, un niño que va al kindergarten o la primaria debe estar en la cama no más tarde de las ocho de la noche. A los adolescentes no les gusta meterse bajo las sábanas temprano, pero máximo a las nueve de la noche ya deben estar durmiendo”, recomienda Olmos.
Es importante que duerman entre ocho y 10 horas diarias, porque un niño trasnochado es un estudiante que se quedará dormido en clases.
Una fiesta de cuadernos

La emoción de los nuevos útiles es otra forma de motivar a los niños. No importa si estos son comprados o donados en una feria. “Cuénteles a sus hijos lo divertido que era empastar y emplasticar los cuadernos”, señala Olmos.
Ella es de la idea que a los del kindergarten les compren un cuaderno de rayas y otro cuadriculado para que los usen en casa. Las rayas son importantes para los que van a comenzar a dibujar las letras del alfabeto y escribir sus nombres, así podrán seguir un orden.
El cuaderno de cuadritos sirve para poner un número tras de otro o uno bajo de otro, son de buena utilidad para las sumas, restas y multiplicaciones. Si bien en las escuelas no lo piden en casa deberían tener dos bolígrafos, uno rojo y otro azul o negro. El rojo sirve para anotar los resultados y esa combinación de colores se graba en la memoria del niño y sicológicamente lo prepara para el resultado.
Ponga tareas en casa
En muchas escuelas no dejan tareas, pero eso no quiere decir que en casa no se establezcan hábitos para mantener a los niños ocupados. “Para los latinos que tuvimos una forma diferente de estudiar nos sirven los cuadernos de rayas y cuadros. Allí vamos hacerles escribir en dos o tres oraciones cómo les fue en la escuela, aparte de que les inculcamos el amor por la escritura, servirá para ayudarles a desarrollar sus pensamientos y sentimientos y a nosotros nos ayudará a tener una idea de los que están haciendo en clases”, asegura Olmos.
Los adolescentes de hoy tienen dificultades para expresar sus sentimientos. “Es increíble -puntualiza Olmos- que llegan al décimo u onceavo grado y se quedan en blanco si se les pide que hagan un ensayo personal, pero si desde niños les inducimos la práctica de escribir lo que piensan será mucho más fácil expresarse cuando crezcan”.
Un sitio especial
Aunque viva en un espacio reducido, destine un lugar donde el niño va a poner su mochila cuando regresa de clases y dónde hará sus tareas, así se cimentará la idea de que ese es un lugar especial y por lo tanto lo que allí se hace es muy importante. Nada de hacer las tareas con la televisión encendida.
Si ha llegado hasta el final de este texto se dará cuenta que usted también vuelve a la escuela y, por último, no olvide asistir a la cita back to school night. Ese es el momento para conocer al maestro de sus hijos. Recuerden que tienen derecho a pedir información y saber sobre el rendimiento y comportamiento de sus niños.