En un mundo cada vez más globalizado, las comunicaciones digitales juegan un rol fundamental en la vida de los seres humanos. Sin embargo, ese avance tecnológico tiene un costo elevado para el medio ambiente. Mantener un flujo de comunicación constante, ya sea al enviar mensajes de texto, conversar por videollamada, publicar en medios digitales u otra forma de comunicación a través de las redes genera emisiones de dióxido de carbono (CO2) que aceleran el cambio climático.
Por Andreína Barreto Jové, Huella Zero
El consumo de energía que necesita la industria de la comunicación para funcionar correctamente es responsable de una parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con el informe "Situar la sostenibilidad en la agenda de las empresas de telecomunicaciones", del Grupo Consultor de Boston (BCG, por sus siglas en inglés)
“Durante muchos años, el impacto de la industria de las tecnologías de información y comunicaciones en el medio ambiente pasó relativamente desapercibido. Pero su efecto es considerable y cada vez se le presta más atención. El sector representa entre el 3 y el 4% de las emisiones mundiales de CO2, aproximadamente el doble que la aviación civil. Y como se prevé que el tráfico mundial de datos crezca en torno al 60% anual, la cuota del sector seguirá creciendo”, se lee en el estudio publicado en la página web de BCG.
La falta de información contribuye a la contaminación
Para Alberto Pardo, director ejecutivo de Adsmovil, parte del problema es la falta de información en las empresas de publicidad o comunicaciones digitales sobre la contaminación que generan. Por lo tanto, no se enfocan en modificar sus políticas de reducción de emisiones de carbono.
El experto explicó que, por desconocimiento, se suele creer que las únicas industrias contaminantes son las plantas de producción, las termoeléctricas, además de los vehículos y aviones.
“Muchos de nuestros clientes son empresas multinacionales y tienen múltiples programas de responsabilidad ambiental, pero digamos que desconocen que esa publicidad que ellos compran para impactar a nuevos usuarios está generando un daño ambiental. Cuando le explicamos, la respuesta por lo general es buena. Creo que el gran problema es más de entendimiento, de enseñanza, de que las compañías en general desconocen la problemática”, dijo Pardo en una entrevista a Huella Zero.
Minimizar la huella de carbono de las comunicaciones es posible
Alberto Pardo destacó el compromiso de Adsmovil de ayudar a mitigar la huella de carbono producida por ellos y por sus clientes. Asimismo, aseguró que existen múltiples maneras de colaborar con el medio ambiente.
“El primer componente crítico es cuantificar la huella de carbono de las campañas publicitarias, desde su creación hasta la interacción del usuario final. Esto se puede realizar utilizando los datos de emisiones de empresas de medición como Scope 3 (categoría de emisiones de gases de efecto invernadero resultantes de las actividades de la cadena de suministro que están fuera del control directo de la empresa), que contabilizan los datos de emisiones de la cadena de suministro de publicidad”, explicó Pardo.
Otras formas de reducir la huella de carbono, según el experto, es disminuir el transporte aéreo y terrestre; y hacer más eficiente la producción de anuncios, utilizar el almacenamiento en la nube y optimizar el contenido de anuncios o videos. Además, Pardo insistió en utilizar herramientas como archivos SVG en lugar de JPG y PNG, que pueden marcar una diferencia significativa al reducir el tamaño de los archivos.
Compensar al medio ambiente
Pardo detalló que la compensación es un paso necesario que todas las empresas de tecnología publicitaria deberían cumplir. A su juicio, acciones como invertir en compensar el daño pueden ayudar a crear un camino hacia el cero neto.
“Las compensaciones Gold Standard proporcionan créditos de carbono certificados, lo que permite a las empresas comprar el resultado de un proyecto de reducción de emisiones, como ayudar a reforestar ecosistemas dañados”, afirmó.
Por ejemplo, Adsmovil ayuda al medio ambiente al mantener sus oficinas virtuales para emitir menos gases de efecto invernadero. Además, prestan apoyo a la fundación Saving the Amazon, quienes contribuyen a la mitigación climática.
La empresa también plantará 100,000 árboles en los próximos tres años para reducir la huella de carbono de las campañas publicitarias digitales de sus clientes.
“Nuestro compromiso continúa expandiéndose y evolucionando, y ahora utilizamos los datos de Scope 3 para medir las campañas publicitarias de nuestros clientes”, comentó Pardo.
El CEO insistió en que las empresas deben desarrollar estrategias para optimizar el consumo de energía y ayudar a combatir el daño ambiental. A su juicio, el resultado será beneficioso a medida que se trabaje de forma colectiva.
“Hoy no solo es posible medir la emisión de gas carbónico en una campaña de publicidad digital, sino también reducirla. Yo siento que esto es un tema de tiempo. Me parece que no existe nadie que no quiera tener un mejor planeta. Obviamente, la mitigación en la publicidad digital es muy nueva, muy pocos todavía la entienden, pero poco a poco se va a ir masificando”, concluyó.