Hace un mes la jueza de Florida Aileen M. Cannon desestimó la acusación de 40 cargos contra Donald Trump por presunto mal manejo de documentos clasificados y obstrucción de los esfuerzos del gobierno para recuperarlos.
Desde entonces, expertos legales aseguran que esta situación podría poner en peligro no sólo a futuros fiscales especiales, sino a cualquier fiscal federal o funcionario de alto rango que ocupe un puesto temporal.
De acuerdo con The Washington Post, funcionario del Departamento se preocupan, según fuentes familiarizadas con la situación que hablaron bajo condición de anonimato.
¿Por qué dicen que los fiscales podrían estar en riesgo?
El caso es así: en agosto Cannon dictaminó que el fiscal especial Jack Smith fue designado ilegalmente porque no fue confirmado para su puesto por el Senado.
Su fallo se aparta de las decisiones de otros tribunales que confirman la constitucionalidad de tales nombramientos.
- Cannon también desestimó la acusación de 40 cargos contra el expresidente por supuestamente conservar material clasificado después de dejar la Casa Blanca y obstruir los esfuerzos del gobierno para recuperarlo.
- Smith y su equipo están finalizando su apelación de esa decisión ante el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el circuito 11.º, que debe presentarse el martes.
- Se espera que la apelación, que expone el argumento de Smith sobre por qué no se debe desestimar el caso, llegue en las próximas semanas a este tribunal de apelaciones ubicado en Atlanta cuya jurisdicción cubre Florida.
Repercusiones
El equipo de abogados de Trump solicitó hace varios meses la desestimación del caso, argumentando que las normativas federales indican que Smith posee una autoridad suficiente en su rol como fiscal especial que implica que tanto el Congreso como el presidente Biden deberían haber estado involucrados en su designación.
Smith fue nombrado por el fiscal general Merrick Garland, quien explicó que era necesario contar con un fiscal especial para garantizar al público que los procedimientos políticamente sensibles contra Trump estarían a salvo de cualquier posible interferencia por parte de la administración Biden.
Aunque los fiscales especiales tienen más independencia que la mayoría de los fiscales federales, el Departamento de Justicia reportó que deben adherirse a los protocolos de la agencia y que el fiscal general puede revisar los pasos importantes de sus investigaciones.
Cualquier decisión que tome el circuito 11º en el caso Trump podría entonces ser apelada ante la Corte Suprema.
Cabe recordar que por este caso Trump está acusado de llevarse consigo secretos nacionales clasificados después de dejar la Casa Blanca y de obstruir los esfuerzos del gobierno para recuperarlos.