Redactor: José Vargas, director Ejecutivo del Consejo Laboral para el Avance del Trabajador Latinoamericano (LCLAA)
En el panorama siempre cambiante de la política estadounidense, permanece una constante: la necesidad urgente de proteger los derechos y la dignidad de nuestras comunidades. Durante mucho tiempo, los latinos han sido injustamente y erróneamente considerados chivos expiatorios de políticas y problemas sociales. Nos negamos a permitir que nadie dicte lo que nosotros, como pueblo, merecemos.
A medida que crece la influencia política de la comunidad latina, muchos están luchando por neutralizar y contener nuestro poder. El Proyecto 2025, un documento de política de 900 páginas titulado Mandato para el liderazgo 2025: la promesa conservadora es un extenso marco que describe un plan de acción de 180 días para que la próxima administración conservadora desmantele las instituciones del Estado e imponga valores conservadores en el gobierno federal.
Como latinos, debemos reconocer las graves consecuencias que este proyecto plantea para nuestra gente y comunidades. Las implicaciones son peligrosas y de largo plazo. El Proyecto 2025 busca hacer retroceder protecciones y políticas que benefician a grupos marginados, a las mujeres, y los jóvenes, amenazando los derechos civiles, el acceso a servicios esenciales y los logros obtenidos con tanto esfuerzo en inmigración, atención médica, educación, y derechos de los trabajadores.
No se trata sólo de una propuesta política, sino de una amenaza directa a nuestra forma de vida. Su objetivo es deshacer nuestro progreso e imponer un marco opresivo que ignora nuestra diversidad y nuestras contribuciones, y que busca eliminar nuestro derecho a participar en los procesos democráticos del país. El Consejo Laboral para el Avance del Trabajador Latinoamericano (LCLAA) no puede quedarse de brazos cruzados. Debemos educarnos, organizarnos y oponernos a cualquier medida que tenga como objetivo reprimir nuestras voces. Instamos a todos los latinos a comprender su impacto directo en nuestra comunidad y a tomar medidas.
Debemos mantenernos unidos, como una sola fuerza, al rechazar estas estrategias divisivas. No seremos silenciados ni marginados. Nuestra comunidad vibrante, diversa y dinámica exige el respeto a nuestros derechos. Seguiremos luchando por la justicia, la igualdad y una sociedad mejor.
¡Este es el momento y no seremos obligados a retroceder!
“Como latinos, debemos reconocer las graves consecuencias que este proyecto plantea para nuestra gente y comunidades. Las implicaciones son peligrosas y de largo plazo. El Proyecto 2025 busca hacer retroceder protecciones y políticas que benefician a grupos marginados, a las mujeres, y los jóvenes”