Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), anunció la semana pasada que “es momento” de recortar las tasas de interés, una medida esperada por el mercado que podría influir de lleno en la economía de la población en general y obviamente de los latinos en particular.
Septiembre sería el mes elegido por el Banco Central, algo que estaba previsto. Según los analistas, esta decisión se produce en un contexto de disminución de la inflación y leves señales de desaceleración económica.
Si bien la Fed recibió críticas de un sector del mercado que considera que la decisión se tomó tarde, lo cierto es que haber mantenido los tipos en los niveles actuales tenía como objetivo controlar y bajar los precios. Y al parecer, la misión se está logrando, ya que la inflación está por debajo del 3% interanual y se acerca al 2% que tanto desea la Fed.
¿Qué significa que baje la tasa de interés?
Básicamente, lo que quiere decir que tomar un crédito ahora será más barato. Endeudarse será más fácil, lo que podría llevar a que aumente el nivel de consumo y por ende la actividad económica se acelere aún más. Esto únicamente es posible en un contexto de desaceleración de la inflación. De lo contrario, sería imposible.
Los intereses de la tarjeta de crédito serán más bajos, tomar un préstamo para adquirir un vehículo será más accesible y aunque no establece ni corresponde directamente a las tasas hipotecarias, sí tiene influencia y las dos tienden a moverse en la misma dirección.
Con la aceleración de la inflación a niveles por encima del 9% en 2022, el organismo que lidera Powell no tuvo más remedio que subir las tasas progresivamente hasta llegar al nivel más alto en 23 años. Desde julio del año pasado, las mantuvo congeladas.
Hasta la próxima reunión de la Fed, que se llevará a cabo a mediados de septiembre, los tipos se ubicarán. en el rango del 5.25%-5.50%. Los analistas esperan una reducción de al menos 0.25%.
Un respiro ante la inflación y el costo del endeudamiento
El Tiempo Latino dialogó con dos economistas destacados, Alejandro Grisanti, director y fundador de la consultora Ecoanalítica, y Dany Bahar, profesor de la Universidad de Brown, quienes brindaron un análisis sobre los posibles efectos de esta decisión.
Grisanti destacó que uno de los aspectos positivos del recorte en las tasas de interés es que refleja una reducción de la inflación, registrada en los últimos meses. Según explicó, “la inflación en los últimos tres o cuatro meses ha venido bajando de manera importante”, acercándose a la meta de la Reserva Federal del 2% anual.
Este descenso en el ritmo de incremento de precios facilita la reducción en las tasas de interés, lo que a su vez disminuiría el costo de endeudamiento para hipotecas, préstamos personales y otros créditos. El experto señaló que esto beneficiaría directamente a los consumidores, reduciendo el costo del dinero y, por consiguiente, el costo del endeudamiento.
Para la comunidad latina en Estados Unidos en particular, la medida podría traducirse también en mayores facilidades para adquirir viviendas o pagar deudas. Grisanti destacó que “la posibilidad de comprar casa o de poder endeudarse y de pagar deudas va a ser mayor”.
En ese sentido, agregó que ese efecto positivo se iría sintiendo gradualmente en la economía. Advirtió que el impacto no será inmediato y que habrá que esperar un poco.
Atención en los latinos
Respecto a la población latina, Bahar cree que dependerá en gran medida del control de la inflación. El experto señaló que “si no se logra controlar la inflación, esta tiende a castigar mucho más a las personas de ingreso bajo”. Y muchos de ellos son hispanos.
Este es un riesgo importante para la comunidad latina, especialmente para aquellos en los rangos de ingresos más bajos, que podrían ver disminuido su poder adquisitivo si la inflación resurge.
Señales de una economía en desaceleración y recorte de la tasa de interés
No obstante, Grisanti también indicó que la reducción de las tasas de interés podría estar impulsada por signos de debilitamiento en la economía.
“Pareciera que hay un menor dinamismo en la economía”, explicó, lo que podría indicar que el mercado laboral está creando menos empleo y que la actividad económica en su conjunto está perdiendo fuerza.
Esta ralentización podría, por un lado, justificar la reducción de las tasas de interés para estimular el crecimiento, pero también representa un desafío, ya que la medida podría no ser suficiente para revertir una posible tendencia recesiva.
La perspectiva de un “aterrizaje suave” por el recorte de la tasa de interés
Bahar ofrece una perspectiva adicional sobre los posibles efectos de la reducción de las tasas de interés. Según sostiene, un recorte significa que es más barato pedir dinero prestado, lo que podría estimular tanto el consumo como la inversión en la economía real.
“Eso básicamente lo que hace es que acelera la economía. No es como que si le pongas un poco más de gasolina al motor y ahora la economía puede acelerar mucho más rápido”, explica Bahar.
Bahar también resaltó que la decisión de la Reserva Federal de reducir la tasa de interés podría estar motivada por el deseo de evitar una recesión.
Si la Fed logra controlar la inflación mientras reduce las tasas, esto podría permitir un "aterrizaje suave" para la economía estadounidense, evitando una contracción severa. Una recesión.
Riesgos y beneficios para la población latina en Estados Unidos
El profesor de Brown advirtió que si la inflación no se controla y vuelve a aumentar, la decisión de recortar las tasas podría ser vista como un error, afectando negativamente a aquellos con ingresos más bajos, incluidos muchos latinos en Estados Unidos.
Por otro lado, si la medida logra su objetivo de reducir el nivel de los precios sin desencadenar una recesión, los beneficios podrían ser significativos para todos.
Un entorno de tasas más bajas podría facilitar el acceso al crédito para la compra de viviendas, automóviles y otros bienes duraderos, estimulando el consumo y la inversión.
Para las pequeñas empresas latinas, un costo de financiamiento más bajo podría traducirse en mayores oportunidades de crecimiento y contratación.
“La inflación ya ha bajado mucho, pero no está todavía en el nivel que la Reserva Federal se siente cómoda,” apuntó Bahar, sugiriendo que la situación económica aún podría ser volátil.
Mercado laboral
Tras años de lucha contra una inflación peligrosamente alta, Powell, se centró especialmente en el mercado laboral, que según comentó “se ha enfriado considerablemente”.
Los funcionarios han podido justificar el mantenimiento de las tasas en el nivel más alto en más de 20 años, en parte porque no veían consecuencias para los trabajadores.
“No buscamos ni damos la bienvenida a un mayor enfriamiento de las condiciones del mercado laboral”, afirmó.
Desde la última reunión de la Fed en julio, los informes de empleo han estado por debajo de las expectativas, y el gobierno revisó esta semana a la baja algunas estimaciones del mercado laboral para 2023 y principios de 2024.
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés), una entidad independiente que publica una gran cantidad de estadísticas sobre empleo, salarios, inflación y más, anunció el 21 de agosto una estimación preliminar de que el número de empleos creados durante los 12 meses que terminaron en marzo probablemente se ajustaría a la baja: 818.000 menos que la estimación original de 2.9 millones de empleos.
Eso es un ajuste del -0.5% al nivel de empleo de marzo, mayor que la revisión promedio durante los últimos 10 años de más o menos 0.1%, dijo la BLS. La estimación final se emitirá en febrero de 2025, cuando se publique el informe de empleo de enero. Es entonces cuando se han emitido las revisiones finales cada año desde 2004.
¿Tardó la Fed en recortar la tasa de interés?
Grisanti sostuvo que es mejor que un Banco Central, en este caso la Fed, haya actuado con prudencia y no dejarse llevar por presiones externas.

"Tienen que ser muy conservadores en las señales que dan de la tasa de interés. Generalmente el mercado siempre piensa o siempre prefiere que le reduzcan tasas antes pero la Reserva Federal tenía que esperar y estar seguro que la inflación iba a converger a su meta del 2% antes de empezar a reducir tasas", dijo.
Bahar, en cambio, no opinó si la Fed tardó o no en tomar la decisión. Lo que sí sostiene es que se demoró en haberla subido en 2021 y 2022 cuando ya había señales claras de que la inflación estaba escalando a niveles que no se veían hace muchos años.
"La inflación es una enfermedad que sabemos cuál es la medicina. La medicina es subir las tasas de interés. Lo que no sabemos es la dosis. Entonces por eso tienen que ser muy cuidadosos de subir poquito a poquito, porque si le pones más medicina de la cuenta al paciente, el paciente se te muere. Si se aumenta la tasa de interés mucho de un solo golpe entras en recesión. Ahora igual la están bajando precavidamente para asegurarse que la bajas un poco y que si efectivamente la inflación no vuelve a subir, entonces la sigues bajando un poquito más", expresó Bahar.
Un contexto político delicado
El recorte de las tasas de interés también tiene implicaciones políticas. Grisanti sugiere que una reducción en las tasas justo antes de las elecciones podría ser beneficiosa para la administración de Joe Biden y Kamala Harris, al mejorar la percepción económica entre los votantes.
Sin embargo, enfatiza la importancia de que la Reserva Federal mantenga su independencia y no se vea influenciada por consideraciones políticas.
Lo cierto es que el próximo recorte en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal presenta un desafío para la población, especialmente para la comunidad latina.
Mientras que la medida podría aliviar los costos de endeudamiento y fomentar el crecimiento económico, también existe el riesgo de que la economía no responda como se espera, especialmente si la inflación no se mantiene bajo control.
Los próximos meses serán cruciales para evaluar el verdadero impacto de esta política monetaria en la economía estadounidense y en la vida diaria de millones de personas.