Boeing se enfrenta a una crisis inminente ante la amenaza de huelga de 32.000 trabajadores. El contrato con la Asociación Internacional de Maquinistas (IAM) finalizará a las 11:59 pm del 12 de septiembre, sin acuerdo a la vista.
Los trabajadores del estado de Washington podrían lanzar su primera huelga en 16 años. Jon Holden, presidente del distrito 751 de la IAM, señaló que las negociaciones se han estancado en cuestiones críticas como los salarios, la asistencia sanitaria, la jubilación y el tiempo libre.
"Estamos muy alejados en todos los temas principales", declaró Holden a CNN. Describió las negociaciones como duras, lo que hace improbable un acuerdo en el poco tiempo que queda.
Boeing ha sufrido graves problemas en los últimos seis años, como accidentes mortales relacionados con fallos de diseño, acusaciones de priorizar los beneficios sobre la calidad y la seguridad, disminución de las ventas de aviones y pérdidas financieras significativas que han conducido a elevados niveles de endeudamiento.
Ambas partes desean evitar una huelga. “Seguimos negociando de buena fe mientras nos centramos en los temas que son importantes para nuestros empleados y sus familias”, afirmó Boeing en un comunicado.
“Estamos seguros de que podemos llegar a un acuerdo que equilibre las necesidades de nuestros empleados y las realidades comerciales a las que nos enfrentamos como empresa”, dijo la empresa.
Posibles acuerdos en Boeing que paren la huelga
Holden subrayó que cualquier acuerdo debe recuperar las concesiones pasadas por el apoyo sindical. Los contratos anteriores exigían a los miembros del sindicato que aceptaran pagos más elevados en concepto de seguro médico y la pérdida de los planes de pensiones tradicionales para evitar recortes de empleo
El nuevo consejero delegado de Boeing, Kelly Ortberg, pretende reconstruir las relaciones sindicales. A pesar de ello, Holden no observó cambios en la mesa de negociación. El predecesor de Ortberg, Dave Calhoun, se había mostrado dispuesto a satisfacer las demandas sindicales para evitar una huelga.
Boeing destacó que los salarios de los afiliados han aumentado un 60% en la última década mediante incrementos generales, ajustes por el coste de la vida e incentivos.
Sin embargo, persiste el resentimiento debido a concesiones anteriores. El sindicato busca más tiempo libre y seguridad laboral para evitar futuras deslocalizaciones de puestos de trabajo a plantas no sindicadas.
Las recientes negociaciones de otros sindicatos, como los Teamsters en UPS y los United Auto Workers en GM, Ford y Stellantis, han producido aumentos salariales de dos dígitos.
A diferencia de estas empresas, Boeing lucha con 33.300 millones de dólares en pérdidas operativas en los últimos cinco años y una elevada deuda, potencialmente cercana al estatus de bono basura. Aun así, Holden cree que el sindicato tiene influencia.
Consecuencias
Una huelga podría afectar enormemente a Boeing, un actor vital en la economía estadounidense. La empresa afirma tener un impacto económico de 79.000 millones de dólares y mantener 1,6 millones de puestos de trabajo en 50 estados.
Como uno de los dos principales proveedores de aviones comerciales, la posición de Boeing amplifica las posibles perturbaciones, especialmente con el retraso en las entregas que ya está presionando a la industria aeronáutica.
Holden subrayó que las propuestas del sindicato son razonables y criticó que Boeing se centre en los dividendos, la recompra de acciones y la reducción de la I+D.
Uno de los objetivos incluye la incorporación de un representante sindical al consejo de administración de Boeing, criticado por gestionar mal los asuntos de la empresa.
"Amamos a la compañía Boeing; es la gente del consejo la que no lo hace. Han sacrificado su integridad", señaló Holden.