La administración Joe Biden trabaja para evitar una guerra a gran escala entre Israel e Irán, que se enfrenta a duras pruebas después de que Irán lanzara misiles balísticos contra Israel.
Durante el último año, los funcionarios estadounidenses se han esforzado por evitar un conflicto directo entre las naciones. Sin embargo, esta reciente escalada hace temer una posible espiral de represalias que implique a EEUU y a otros actores regionales.
Hace seis meses, se produjo una situación similar cuando Irán disparó misiles y aviones no tripulados contra Israel tras un ataque israelí contra un complejo diplomático sirio. La mayoría de los proyectiles no alcanzaron sus objetivos y Washington convenció a Israel de que evitara represalias sustanciales.
Sin embargo, esta vez Israel parece menos inclinado a contenerse. Según antiguos funcionarios estadounidenses e israelíes, la dinámica ha cambiado.
"Será difícil que Israel responda mínimamente como lo hizo tras el suceso del 13 de abril", señaló un antiguo funcionario israelí a NBC News.
Conflicto en el Oriente Medio
La semana pasada, mientras Estados Unidos se esforzó por facilitar un acuerdo de alto el fuego entre Israel y la milicia Hezbollah en Líbano, armada por Irán, el secretario de Estado Antony Blinken subrayó el riesgo crítico de una escalada e hizo hincapié en la diplomacia como único camino viable.
Blinken destacó que un esfuerzo internacional coordinado es crucial "para evitar una guerra total". A pesar de estos esfuerzos, Israel ha intensificado sus operaciones militares en Líbano, apuntando a los dirigentes de Hezbollah, a sus depósitos de armas y a las posiciones de los militantes cerca de su frontera septentrional.
La administración Biden se enfrenta ahora a una sombría realidad: lograr un alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza, y entre Israel y Hezbollah en Líbano, parece cada vez más improbable. La violencia reciente ha alterado la situación.
Las continuas acciones militares israelíes en Gaza han causado más de 40.000 víctimas mortales, según el ministerio de Sanidad de Gaza, y al menos 97 rehenes permanecen en cautividad de Hamás, aunque un tercio se dan por muertos.
Evitar una guerra entre Israel e Irán
En medio de la agresiva postura de Israel contra Hezbollah, los funcionarios estadounidenses han rebajado sus expectativas. Ahora pretenden evitar una guerra directa entre Israel e Irán. El presidente Biden reforzó la presencia militar estadounidense en la región, desplegando cazas, bombarderos y destructores de la Marina equipados con sistemas de defensa Aegis.
Además, el Pentágono anunció el envío de más tropas, que aumentarán las actuales 40.000 fuerzas estadounidenses ya estacionadas allí.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, discutió las posibles amenazas iraníes con su homólogo israelí. Los funcionarios estadounidenses esperan que se aclare si los aliados árabes regionales ayudarán en la defensa de Israel o proporcionarán acceso al espacio aéreo.
Jordania permitió a las fuerzas estadounidenses derribar misiles iraníes sobre su espacio aéreo. Un alto funcionario jordano confirmó esta postura, afirmando que extendería el mismo protocolo a cualquier otro misil sobre el espacio aéreo jordano.
La misión iraní ante las Naciones Unidas declaró que no alertó a Estados Unidos antes de su ataque con misiles. Irán calificó sus acciones de "respuesta legal, racional y legítima" a las percibidas acciones "terroristas" israelíes.
La misión advirtió de que cualquier nueva represalia israelí se encontraría con una "respuesta aplastante" por parte de Irán, lo que aumentaría la preocupación por una espiral de conflicto incontrolable.
