La Agencia de Protección Ambiental (EPA) finalizó el martes una norma que requiere que las empresas de agua reemplacen todas las tuberías de plomo dentro de una década, una medida destinada a eliminar una amenaza tóxica que continúa afectando a decenas de miles de niños estadounidenses cada año.
La medida, que también limita la cantidad de plomo permitida en el agua potable del país, llega casi 40 años después de que el Congreso determinara que las tuberías de plomo representaban un riesgo grave para la salud pública y las prohibiera en las nuevas construcciones.
Este es un gran contaminante tóxico que se filtra de las tuberías al suministro de agua potable.
Las investigaciones demuestran que el plomo puede causar retrasos irreversibles en el desarrollo, dificultades de aprendizaje y problemas de conducta en los niños.
En los adultos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la exposición al plomo puede provocar un aumento de la presión arterial, enfermedades cardíacas, disminución de la función renal y cáncer.
El reemplazo de las tuberías de plomo
Sin embargo, esta no será una labor sencilla ya que reemplazar las tuberías de plomo que llevan agua a millones de hogares estadounidenses costará decenas de miles de millones de dólares.
El esfuerzo para erradicarlas sólo cobró impulso después de que una crisis del agua en Flint, Michigan, hace una década expuso hasta qué punto los niños siguen siendo vulnerables al envenenamiento por plomo a través del agua del grifo.
“Todos los estadounidenses, sin importar de dónde vengan, deberían tener acceso a sus necesidades más básicas, incluyendo poder abrir el grifo y beber agua potable sin miedo”, dijo Natalie Quillian, jefa adjunta de gabinete de la Casa Blanca, a los periodistas en una llamada telefónica.
La innovadora normativa, denominada Mejoras a la reglamentación sobre el plomo y el cobre, establecerá un inventario nacional de líneas de servicio con plomo y exigirá que las empresas de servicios públicos adopten medidas más enérgicas para eliminar las tuberías de plomo en las propiedades privadas de los propietarios.
La medida también reduce el nivel de contaminación por plomo que activará la aplicación de la ley por parte del gobierno de 15 partes por mil millones (ppb) a 10 ppb.
Sobre la norma
La norma establece el primer requisito nacional de realizar pruebas de detección de plomo en las escuelas que dependen del agua de los servicios públicos.
Exige que los sistemas de agua analicen todas las escuelas primarias y guarderías, donde están inscritos los más vulnerables a los efectos del plomo (los niños pequeños), y que ofrezcan pruebas a las escuelas medias y secundarias.
La Casa Blanca estima que más de 9 millones de hogares en todo el país aún reciben agua de tuberías de plomo, que son la principal fuente de contaminación por plomo en el agua potable. La EPA ha calculado que reemplazarlas todas podría costar al menos 45.000 millones de dólares.
