A medida que Estados Unidos se acerca a unas elecciones cruciales, Lloyd Austin, el jefe del Pentágono, llegó a Ucrania este lunes para afirmar el inquebrantable apoyo estadounidense. Su visita coincide con las crecientes incertidumbres sobre el respaldo occidental debido a la proximidad de la carrera presidencial.
Este es el cuarto y probablemente último viaje de Austin a Ucrania bajo la administración del presidente Joe Biden. Durante su visita, se centró en reforzar las defensas de Ucrania mientras Rusia intensifica sus esfuerzos en las regiones orientales.
Por el momento, la agenda de Austin no incluye nuevos acuerdos sobre las peticiones más destacadas de Ucrania, como el levantamiento de las restricciones impuestas por Estados Unidos al uso de armas suministradas por este país para objetivos más allá de las fronteras ucranianas.
Al llegar a Kiev, Austin reiteró el firme apoyo de Estados Unidos a la defensa ucraniana de sus territorios soberanos. "Vamos a seguir apoyando a Ucrania en sus esfuerzos por defender su territorio soberano", afirmó a los periodistas.
Visita de Loyd Austin en Ucrania
Su llegada se produjo en medio de renovadas ofensivas rusas, y las autoridades ucranianas informaron de ataques de aviones no tripulados sobre la capital, que causaron daños residenciales y heridos civiles.
La visita de Austin precede estratégicamente a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, en las que el ex presidente Donald Trump se enfrenta a la vicepresidenta Kamala Harris. Estas elecciones plantean interrogantes sobre la futura política estadounidense respecto a Ucrania, ya que Trump sugiere un posible cambio hacia un menor apoyo.
Al abordar estas preocupaciones, Austin expresó su optimismo respecto a un apoyo bipartidista sostenido a Ucrania. "He visto un apoyo bipartidista a Ucrania en los últimos dos años y medio", declaró Austin, confiada en el respaldo continuado del Congreso.
Austin, general de cuatro estrellas retirado, sigue siendo uno de los más fervientes defensores de Ucrania, liderando los esfuerzos para reunir una coalición de naciones en favor de una ayuda militar crítica.
A pesar de estos esfuerzos, el presidente ruso Vladimir Putin sigue invirtiendo fuertemente en la ofensiva en la región ucraniana oriental de Donbás, un territorio reclamado por Moscú.
Recientemente, las fuerzas rusas han rodeado ciudades de la región de Donetsk, presionando sistemáticamente a las unidades ucranianas hasta lograr las retiradas necesarias. "Es una lucha muy dura y difícil", reconoció Austin.
En la escena internacional, Kiev se esfuerza por mantener su lucha en el candelero, a pesar de que la atención mundial se centra cada vez más en los conflictos de Oriente Próximo. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, que se reunió con Austin en Bruselas, esbozó su "plan de victoria" sin obtener de inmediato el respaldo de sus principales aliados para ingresar en la OTAN.
Cuando se le preguntó sobre el "plan de victoria" en Bruselas, Austin se abstuvo de juzgarlo en público.
Los expertos occidentales sugieren que Kiev se enfrenta a decisiones difíciles, en particular respecto a los territorios capturados en la región rusa de Kursk durante una ofensiva de verano. Esta operación sorprendió a Austin y a los funcionarios estadounidenses, ya que Ucrania pretendía desbaratar los objetivos rusos en el frente oriental.