La deportación masiva no es nueva y la primera que se hizo marcó un momento oscuro en la historia de Estados Unidos. Conocida como Operation Wetback, se convirtió en una de las campañas de deportación más controvertidas en el país, implementada durante la presidencia de Dwight D. Eisenhower en 1954.
Siguiendo la noticia. Su origen estuvo vinculado al Programa Bracero, un acuerdo bilateral entre Estados Unidos y México que, entre 1942 y 1964, permitió la llegada de trabajadores agrícolas mexicanos a EEUU ara cubrir la escasez de mano de obra provocada por la Segunda Guerra Mundial.
Aunque el programa fue inicialmente diseñado para garantizar condiciones laborales mínimas, en la práctica, muchos mexicanos se quedaron en el país de forma ilegal tras el fin de sus contratos, creando una población indocumentada que generó tensiones y presiones en la política migratoria estadounidense.
La permanencia de estos inmigrantes impulsó las deportaciones masivas
Este fenómeno de inmigración irregular llevó a que el gobierno de Eisenhower autorizara la Operación Wetback, con el objetivo de deportar a aquellos inmigrantes indocumentados, principalmente de origen mexicano, que habían permanecido en el país más allá de sus permisos laborales o que habían cruzado la frontera de forma ilegal.
La operación, que comenzó en julio de 1954, la ejecutó el Servicio de Inmigración y Naturalización de EEUU (INS), el precursor del actual ICE, y se desplegó principalmente en el suroeste del país, con un énfasis en las áreas agrícolas de Texas.
Objetivo de la operación. En un esfuerzo por frenar la inmigración ilegal, el INS desplegó más de 700 agentes para realizar redadas en todo el país. A pesar de las afirmaciones del gobierno de calificar como un éxito la operación, las cifras de detenciones se inflaron para dar una impresión de mayor alcance.
Se reportó la deportación de más de un millón de personas, aunque muchos historiadores sugieren como exagerado este número y que refleja más una táctica propagandística que una realidad operativa, dijo a Newsweek la profesora Kelly Lytle Hernández, que enseña inmigración y encarcelamiento masivo en la UCLA.
Métodos y tácticas que provocaron miedo en miles de inmigrantes
Los agentes de inmigración no solo se enfocaron en las zonas rurales, sino que también realizaron operativos en ciudades urbanas, deteniendo a personas en restaurantes, cocinas y otros espacios laborales.
Entre líneas. La colaboración con el gobierno mexicano fue esencial para llevar a cabo las deportaciones, pues muchas personas fueron enviadas a lugares remotos de México para evitar su regreso a EE. UU.
Impacto racial y político. La Operación Wetback estuvo claramente dirigida hacia los inmigrantes mexicanos, y se percibió como una campaña de xenofobia. Se utilizaron tácticas intimidatorias, incluyendo bloqueos de carreteras y el uso de vehículos para trasladar a los deportados.
El efecto fue tan impactante que muchos inmigrantes optaron por "autodeportarse" por miedo a las redadas masivas. Años después, esta operación se vio como un precedente para futuras políticas migratorias que podrían repetirse en un contexto contemporáneo.
Una advertencia para Donald Trump
"Nos están vendiendo la historia de que los arrestos masivos son lo que resolverá nuestros problemas de inmigración, cuando en realidad son reformas migratorias integrales", añadió la profesora Kelly Lytle Hernández.
Hernández advierte sobre los paralelismos con la Operación Wetback, sugiriendo que se podrían repetir tácticas similares, pero con una mayor presencia de tecnologías de vigilancia y cooperación internacional.
La discriminación racial también sigue siendo una preocupación, especialmente en el contexto de políticas que afectan a inmigrantes de diferentes orígenes, como los venezolanos, cubanos y haitianos.
La historia de la Operación Wetback sigue siendo un recordatorio de los peligros de las políticas migratorias represivas y su impacto en las comunidades migrantes, y ofrece una perspectiva crítica para entender los debates actuales sobre la inmigración en EE. UU.