Human Rights Watch (HRW) acusó a Israel de desplazamientos sistemáticos en Gaza, alegando crímenes de guerra y contra la humanidad.
Siguiendo la noticia. El reciente informe de 154 páginas, publicado el jueves, detalla la intensa actividad militar del último año, que, según las estadísticas de la ONU, provocó el desplazamiento de casi 1.9 millones de palestinos, alrededor del 90% de la población de Gaza.
HRW acusa a Israel de utilizar "demoliciones deliberadas y controladas" de viviendas e infraestructuras civiles para establecer "zonas tampón" y "corredores de seguridad". Argumentan que estas acciones indican una estrategia a largo plazo para desplazar permanentemente a los palestinos.
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Los ataques desmedidos de Israel en Gaza
Nadia Hardman, experta en derechos de los refugiados y migrantes de HRW, criticó a Israel por afirmar que protege a los palestinos mientras ataca las rutas de escape, bombardea las zonas seguras y restringe los suministros esenciales. Subrayó que Israel no ha facilitado el retorno de los palestinos desplazados en medio de la destrucción generalizada.
“El gobierno israelí no puede pretender mantener a salvo a los palestinos cuando los mata a lo largo de las rutas de escape, bombardea las denominadas zonas seguras y les corta los alimentos, el agua y el saneamiento”, declaró Hardman, investigadora de HRW sobre los derechos de los refugiados y los migrantes.
En respuesta, el ejército israelí alega su adhesión al derecho internacional, afirmando la transparencia operativa a través de revisiones internas.
Entre líneas. Israel argumenta que las órdenes de evacuación pretenden proteger a los civiles durante las hostilidades y rechazan las acusaciones de destrucción innecesaria de infraestructuras civiles, atribuyendo el escrutinio a ideas equivocadas.
En medio de una crítica internacional generalizada, diversas entidades de derechos humanos e investigadores de la ONU sugieren que las acciones de Israel en Gaza podrían constituir crímenes de guerra. Tanto Israel como Hamás se enfrentan a acusaciones de conductas graves que infringen las normas internacionales.
Los crímenes de guerra de Israel
Una investigación previa de la ONU sugirió que el desmantelamiento selectivo por parte de Israel del sistema sanitario de Gaza podría ser un posible crimen de guerra.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel desestimó estas afirmaciones calificándolas de "escandalosas", asegurando que los esfuerzos por socavar su soberanía enmascaran el apoyo a actividades terroristas. El primer ministro Benjamín Netanyahu ha afirmado que Israel no tiene intención de ocupar o desplazar permanentemente a los ciudadanos de Gaza.
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa'ar, aseguró que los palestinos podrían regresar tras el conflicto, en función de los objetivos estratégicos de Israel. Sin embargo, algunos dirigentes israelíes abogan por animar a la población de Gaza a reubicarse, lo que podría restablecer los asentamientos israelíes en la región.
El ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, propuso promover la migración como solución, mientras que el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, apoyó una presencia israelí permanente para la seguridad a largo plazo.
El informe de HRW sigue a una declaración del Departamento de Estado de Estados Unidos que determinó que Israel no había infringido las leyes estadounidenses relativas a las cuestiones humanitarias de Gaza, oponiéndose a que los grupos de ayuda destacaran la terrible situación del norte de Gaza.
Los expertos de la ONU inmersos en el informe citaron que la guerra ya ha acabado con la vida de 43.000 palestinos y más de 102.000 heridos debido a las estrictas operaciones militares israelíes.
El grupo de defensa advierte de que las operaciones actuales podrían desplazar a cientos de miles más, instando a detener las ventas internacionales de armas a Israel y recomendando sanciones.