Tulsi Gabbard. Meh. Matt Gaetz. Meh. Ayer se confirmó la nominación de Robert F. Kennedy Jr. como Secretario de Salud. Meh. Nadie puede decir que las selecciones de Trump no son muy Trump.
Luego de ver algunos de los nombres, las escogencias del presidente electo están causando exactamente lo que esperabas de ellas: reacciones mixtas, con varios senadores republicanos mostrando preocupación. ¿Qué busca con eso? “Provocar a los liberales”, dicen algunos.
El que se indigne, pierde. Anthony Scaramucci, exdirector de comunicaciones de Trump, resumió la estrategia diciendo que los nominados están diseñados para desatar la indignación entre sus críticos.
El republicano se rodea de figuras que, como él, ven al establishment como un lienzo sobre el que deben dibujar desde cero. Gaetz, por ejemplo, es un ferviente defensor de eliminar agencias federales y se ha posicionado abiertamente en contra del Departamento de Justicia.
Llueve hacia dentro. Las selecciones de Trump también tensionan al GOP, con senadores como Lisa Murkowski y Susan Collins expresando sus reservas, por decirlo bonito.
Mientras, aliados como Tommy Tuberville advierten que “sería arriesgado” rechazar alguno de los nominados. “Es como una especie de trolling de nivel dios”, comentó el senador demócrata John Fetterman. Trolling nivel Trump.
