Succession, la exitosa serie de HBO creada por Jesse Armstrong, ha sido ampliamente aclamada por su guión afilado, sus interpretaciones sobresalientes y su narrativa intrigante sobre el poder y la dinastía empresarial. Sin embargo, a pesar de su éxito, la serie también recibió críticas desfavorables que señalan aspectos que no han logrado conectar con ciertos espectadores o críticos.
Una de las críticas más comunes a Succession se basa en la percepción de que sus personajes, aunque complejos, se muestran distantes y difíciles de empatizar.
Los miembros de la familia protagonista, encabezados por Logan Roy, se retratan como personas despiadadas, egoístas y manipuladoras, lo que puede resultar en una desconexión emocional con la audiencia.
Aunque esta representación la hicieron con intención para mostrar las dinámicas de poder y corrupción dentro de una familia multimillonaria, muchos críticos consideran que la falta de vulnerabilidad de los personajes complica involucrarse con sus historias.
La serie, en este sentido, corre el riesgo de ser percibida como fría y excesivamente cínica.
Otro punto que generó debate es el ritmo de la serie. Succession se caracteriza por su enfoque en las conversaciones cargadas de tensión y estrategias políticas, pero en ocasiones el desarrollo de la trama puede sentirse lento o repetitivo.
Las interacciones entre los personajes principales a menudo giran en torno a temas de poder, control y traición, pero el desarrollo de ciertas tramas secundarias puede parecer estancado, especialmente en temporadas donde las dinámicas familiares se exploran de manera más exhaustiva sin una resolución clara. Esto puede generar frustración en aquellos que buscan una narrativa más dinámica o una mayor acción.
Además, algunas críticas han señalado que la serie, a pesar de su frescura y originalidad, recurre con frecuencia a los mismos recursos narrativos, lo que puede hacer que algunas tramas se sientan previsibles.
Otros factores que influyen en las críticas negativas
El juego de poder constante, los conflictos entre hermanos y la manipulación de los personajes por parte de Logan se repiten a lo largo de las temporadas, lo que lleva a una sensación de ciclo sin fin.
Algunos observadores sostienen que, aunque este enfoque es coherente con la temática central de la serie, podría beneficiarse de una mayor variación en la estructura de la narrativa para evitar la saturación.
La representación del mundo de los medios y la política también se considera otro aspecto criticado. Aunque Succession se presenta como una crítica a las élites empresariales y sus comportamientos despiadados, algunos consideran que la serie simplifica demasiado estos temas, utilizando estereotipos y situaciones extremas para construir su trama.
El retrato de los medios de comunicación y la industria del entretenimiento, en particular, se considera por algunos como una exageración, lo que podría alienar a los espectadores que esperan una representación más matizada y realista.
Por último, se acusó a la serie de no ofrecer una reflexión profunda sobre las implicaciones sociales de las acciones de los personajes.
Mientras que Succession pone énfasis en la lucha por el poder y la familia, algunos críticos han argumentado que la serie no profundiza lo suficiente en las consecuencias de las decisiones de sus personajes sobre el mundo exterior, dejando una sensación de vacío en cuanto a su impacto en la sociedad en general.
